La fenilbutazona es el nombre de un medicamento del tipo antiinflamatorio no esteroideo (AINE) derivado de las pirazolonas, indicado para el alivio del dolor crónico, incluyendo los síntomas de la artritis.[1] Su uso es limitado en humanos por razón de efectos adversos severos tales como la supresión de los glóbulos blancos y la anemia aplásica.
Fenilbutazona | ||
---|---|---|
![]() | ||
Nombre (IUPAC) sistemático | ||
4-butil-1,2-difenilpirazolidina-3,5-diona | ||
Identificadores | ||
Número CAS | 50-33-9 | |
Código ATC | M01AA01 M01BA01; M02AA01 | |
PubChem | 4781 | |
PubChemSID | 46507038 | |
DrugBank | DB00812 | |
Datos químicos | ||
Fórmula | C19H20N2O2 | |
Datos clínicos | ||
Estado legal | Descontinuado en la mayoría de países (MEX) | |
Vías de adm. | Vía oral, Vía intramuscular | |
La fenilbutazona se absorbe con rapidez por vía oral, gastrointestinal y rectal. Se distribuye en el plasma sanguíneo unido en un 98% a proteínas plasmáticas. Penetra los espacios sinoviales y permanece allí hasta 3 semanas después de suspendido el tratamiento. El metabolito activo es la oxifenbutazona y luego se conjuga con el ácido glucurónico del hígado. No se considera droga de elección para ninguna condición y solo debe emplearse cuando otras drogas han fracasado y después de una rigurosa comparación de los riesgos y los beneficios para el paciente. No debe administrarse por más de 1 semana.
La fenilbutazona retiene sodio y cloro acompañándose de un volumen urinario bajo, causando edema, descompensación cardíaca y edema pulmonar. Se ha demostrado que causa anemia aplásica, agranulocitosis y reacciones alérgicas. Los efectos secundarios más frecuentes que aparecen entre un 10-45% de los casos son náuseas, vómitos y erupciones en la piel. Se han registrado algunos casos de Síndrome de Stevens-Johnson.[2]
Al igual que otros AINEs, la fenilbutazona no debe ser administrada en pacientes con úlcera gástrica, trombocitopenia, trastornos de la coagulación, insuficiencia cardíaca, insuficiencia hepática o insuficiencia renal, hipertensión arterial grave ni síndrome de Sjögren.
Se ha descrito la inducción de parotiditis por parte de la fenilbutazona, pero la conclusión de los autores es que :«La parotiditis inducida por fármacos es una reacción adversa a medicamentos poco frecuente. Según la evidencia cuantitativa y cualitativa obtenida de los informes de casos, los medicamentos asociados con la parotiditis inducida por fármacos incluyen la L-asparaginasa, la clozapina y la fenilbutazona. Muchos otros fármacos se han implicado en el desarrollo de la parotiditis; sin embargo, la evidencia que respalda esta asociación es insuficiente para determinar la causalidad en este momento. »[3]