En tauromaquia, el farol de rodillas es una suerte que se puede realizar con el capote y con la muleta. La tradición taurina señala a Manuel Domínguez como uno de los precursores del toreo de rodillas. Es una variación del farol de pie y fue una suerte muy recurrente en la tauromaquia de Félix Rodríguez a finales de los años veinte, ligando los faroles de rodillas e iniciando la suerte cada vez más en corto.[1]
El farol de rodillas se ejecuta con el torero de frente al toro, normalmente en posición vertical y arrodillándose en el momento del cite; cuando el toro se arranca haciendo el gesto de humillar, el torero hace un giro de capote y lo hace volar por encima de su cabeza sin soltar las manos. Se finaliza la suerte girando el torero sobre sí mismo, consiguiendo que el toro pase por su espalda.[2]
Algunos de los toreros que han recurrido a esta suerte de forma destacada en las últimas décadas han sido Carlos Pacheco y Luis Mariscal.[3] Actualmente, Rafaelillo ha utilizado el farol de rodillas en numerosas ocasiones para recibir al toro al inicio de sus faenas.[4]