El excelente era una moneda de oro española que se acuñó en el siglo XV inicialmente por los Reyes Católicos, equivalente a la dobla.
Se distinguía en mayor y menor.[1]
El excelente surgió durante el siglo XV como parte de un programa modernizador llevado a cabo por Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.[2]
Desde 1497 el excelente tomó el patrón del ducado veneciano para facilitar el comercio. En general, los excelentes fueron monedas de gran prestigio y fueron usadas especialmente en el comercio a larga distancia. Su uso se extendió hasta varias décadas después del fallecimiento de los Reyes católicos.[2]
Tuvo también un uso propagandístico. En el excelente, los dos reyes salen en pareja como símbolo de concordia entre las coronas de Castilla y Aragón.[2]