Las estrellas de primera magnitud son las estrellas más brillantes del cielo nocturno, con una magnitud aparente inferior (es decir, más brillante) a +1,50. [1] Hiparco, en el siglo I a. C., introdujo la escala de magnitudes, en la que asignó la primera magnitud a las 20 estrellas más brillantes y la sexta magnitud a las estrellas más tenues visibles a simple vista.
En el siglo XIX, esta antigua escala de magnitud aparente se definió logarítmicamente, de modo que una estrella de magnitud 1,00 es exactamente 100 veces más brillante que una de magnitud 6,00. La escala también se extendió a cuerpos celestes aún más brillantes, como Sirio (-1,5), Venus (-4), la Luna llena (-12,7) y el Sol (-26,7).
Hiparco clasificó sus estrellas de forma muy sencilla. Las más brillantes las catalogó como «de primera magnitud», que significa «la más grande». A las menos brillantes que estas últimas las llamó «de segunda magnitud», o las segundas más grandes, y así sucesivamente. A las más tenues, aún perceptibles a simple vista, las llamó «de sexta magnitud». [2]
El sistema de clasificación de estrellas a través de la magnitud aparente no indica el tamaño o el brillo de una estrella en una escala absoluta, sino qué tan brillante se percibe desde la tierra. Esto es altamente dependiente de la distancia de dicha estrella a nuestro planeta, pues mientras más lejos esté, su brillo será menor.[3]
En la escala moderna, las 20 estrellas más brillantes de Hiparco tienen magnitudes entre -1,5 (Sirio) y +1,6 (Bellatrix, γ Orionis). La tabla a continuación muestra 22 estrellas con magnitudes superiores a +1,5, pero cinco de ellas probablemente eran desconocidas por los astrónomos griegos debido a su posición tan austral.
Epsilon Canis Majoris tiene una magnitud aparente de casi exactamente 1,5, por lo que a veces puede considerarse una magnitud de primera debido a variaciones menores.
Doce de las 22 estrellas más brillantes se encuentran en el cielo boreal y diez en el cielo austral. Sin embargo, en el cielo vespertino estacional, su distribución es desigual: en Europa y EE. UU., se ven de 12 a 13 estrellas en invierno, pero solo de 6 a 7 en verano. Nueve de las estrellas invernales más brillantes forman parte del Hexágono de Invierno o están rodeadas por él.
De las 22 estrellas de primera magnitud, sólo 18 eran visibles en la Grecia de Hiparco.
Magnitud aparente | Denominación de Bayer | Nombre propio | Distancia (a.l.) | Clasificación estelar | SIMBAD | |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | [4] | −1.46α CMa | Sirio | 8.6 | A1 V | Sirius A |
2 | [5] | −0.74α Car | Canopus | 310 | A9 II | Canopus |
3 | −0.27 | α Cen AB (α1,2 Cen) | Alfa Centauri | 4.4 | G2 V + K1 V | Alpha Centauri |
4 | [6] | −0.05 varα Boo | Arturo | 37 | K1.5 III | Arcturus |
5 | 0.03 | α Lyr | Vega | 25 | A0 V | Vega |
6 | 0.08 | α Aur | Capella | 42 | G8 III + G0 III | Capella |
7 | 0.12 | β Ori | Rigel | 860 | B8 Iab | Rigel |
8 | 0.34 | α CMi | Procyon | 11 | F5 IV-V | Procyon |
9 | 0.42 var | α Ori | Betelgeuse | 640 | M2 Iab | Betelgeuse |
10 | 0.50 | α Eri | Achernar | 140 | B3 Vpe | Achernar |
11 | 0.60 | β Cen | Hadar | 350 | B1 III | Hadar |
12 | 0.77 | α Aql | Altair | 17 | A7 V | Altair |
13 | 0.77 | α Cru | Ácrux | 320 | B1 V | Acrux A |
14 | 0.85 var | α Tau | Aldebarán | 65 | K5 III | Aldebaran |
15 | 1.04 | α Vir | Espiga | 260 | B1 III-IV + B2 V | Spica |
16 | 1.09 var | α Sco | Antares | 600 | M1.5 Iab-b | Antares |
17 | 1.15 | β Gem | Pólux | 34 | K0 IIIb | Pollux |
18 | 1.16 | α PsA | Fomalhaut | 25 | A3 V | Fomalhaut |
19 | 1.25 | α Cyg | Deneb | 2,600 | A2 Ia | Deneb |
20 | 1.30 | β Cru | Becrux o Mimosa | 350 | B0.5 IV | Mimosa |
21 | 1.39 | α Leo | Regulus | 77 | B8 IV | Regulus |
22 | 1.50 | ε CMa | Adhara | 430 | B2 II | Adhara |
Además de las estrellas, también hay objetos de espacio profundo que son de primera magnitud, pues acumulativamente tienen una magnitud mayor a +1,50. Algunos de estos objetos son la Gran Nube de Magallanes, el brazo de la Vía Láctea, la Nebulosa Carina, las Híades, las Pléyades y el cúmulo Alfa Persei (con Eta Carinae, Theta Tauri, Alcíone y Mirfak como las estrellas más brillantes de las últimas cuatro).