En Tauromaquia, una de las formas más frecuentes de realizar la suerte suprema es al encuentro. Si bien, los tiempos de la estocada son los mismos, como se describe a continuación, la característica principal de esta modalidad es que toro y torero se encuentran a mitad de camino entre uno y otro.[1]
Esta forma de entrar a matar los toros fue creada por Jerónimo José Cándido, en los inicios del siglo XIX, y aparece descrita en La Tauromaquia de Rafael Guerra “Guerrita”, según la cual “colocado el diestro a mayor distancia de la conveniente para recibir, hace el cite y arranca el toro ganando terreno, entonces el lidiador debe mejorar el suyo arrancando también con prontitud hacia el animal, vaciando mucho con la muleta y haciendo un quiebro para clavar el estoque, saliendo con velocidad por el lado derecho de la res”.[2]
Por tanto, se aclara que al igualar (colocar al toro en el terreno preciso para citar) la distancia debe ser mayor que para las suertes del volapié y la de recibir, y que, tras el cite, tanto el toro como el torero se ganan terreno mutuamente hasta encontrarse a medio camino, donde el torero vaciará la estocada, desviando la atención del toro con la muleta echada al morro y salvando la cornada con un pase de pecho.[3]
Esta suerte suele ser usual con toros con tendencia a moverse mucho y que les cuesta quedarse parados con el torero por delante. Respecto a los toreros contemporáneos que la han ejecutado cabría mencionar Alejandro Talavante,[4] Ginés Marín[5],Luis David Adame,[6] José María Manzanares[7] o Andrés Roca Rey.[8]