El estilema, o rasgo estilístico, es el elemento distintivo de un estilo de una obra artística. El término se utiliza para todas las formas de arte.[1][2][3]
En lingüística, el estilema es el elemento formal o lingüístico que distingue la escritura particular de un autor, el llamado usus scribendi.
La expresión latina usus scribendi (manera de escribir) se refiere a todas aquellas normas o hábitos sintácticos, morfológicos y gramaticales atribuibles a un determinado período histórico literario o a un autor en particular.[4]
El estudio del usus scribendi, es decir, de las características estilísticas de un texto o de un autor, es una herramienta útil para que los filólogos restablezcan la corrección formal del texto, para decidirse por una lección u otra en la reconstrucción del texto crítico de una obra; también ayuda a los historiadores de la literatura a atribuir una obra, que nos ha llegado de forma anónima, a una época concreta, a un autor en particular o, incluso, a idénticas a un escriba, un corrector o un editor específico.[5][6]
En las artes figurativas, el estilema se refiere a los rasgos distintivos que pueden caracterizar la obra de un pintor, escultor o arquitecto, pero también al conjunto de rasgos distintivos de un período estilístico: por ejemplo, los rasgos estilísticos del románico o gótico, etc. En las artes menores, aquella que identifica los rasgos distintivos de un estilo decorativo en un momento histórico preciso: los rasgos estilísticos del “estilo arcaico” en la cerámica bajomedieval, por ejemplo.
En música, el estilema identifica los rasgos distintivos de las obras musicales o de cada músico en particular.[7]
El término rasgo estilístico se usa ampliamente en el diseño industrial donde parece más apropiado que el término estilo para indicar los rasgos característicos de una línea de producción particular.[8]