Esteban de Arteaga y López (Moraleja de Coca, provincia de Segovia, 26 de diciembre de 1747-París, 30 de octubre de 1799), jesuita, escritor, esteta y musicólogo español del Prerromanticismo.[1]
Esteban de Arteaga | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
26 de diciembre de 1747 Teruel (España) | |
Fallecimiento |
30 de octubre de 1799 París (Primera República Francesa) | (51 años)|
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritor, musicólogo, periodista musical e historiador del arte | |
Orden religiosa | Compañía de Jesús | |
Miembro de | ||
No llegó a tomar órdenes sagradas porque tuvo que interrumpir sus estudios al ser expulsados los jesuitas de España; así que debe considerársele abate y no sacerdote, como por error se suele repetir a menudo. Estuvo un tiempo con sus compañeros en Córcega y dos años después abandonó la orden para poder regresar a España, pero no se le concedió permiso y vivió desterrado hasta su muerte. Entonces se trasladó a la Universidad de Bolonia, donde estudió Filosofía, pero también Ciencias, Matemáticas y Teología entre 1773 y 1778; le atrajo en especial el pensamiento de los empíricos (John Locke, en particular) y sensualistas. Allí entró en contacto con los musicólogos Giovanni Battista Martini y Antonio Eximeno, e investigó la evolución del teatro musical italiano, publicando Le rivoluzioni del teatro musicale italiano, "La revolución del teatro musical italiano" (Bolonia, 1783), que alcanzó un gran éxito y le hizo conocido a escala europea. Arteaga propugna unificar poesía y música, escenificación y pantomima en un todo armónico que conduzca a la creación de un espectáculo sintético de todas las bellas artes. Tras estar un tiempo en Venecia, donde conoció al liberal venezolano Francisco de Miranda, marchó en 1786 a Roma protegido por el diplomático José Nicolás de Azara, a quien había dedicado la obra, fue nombrado bibliotecario del mismo y preparó con otros eruditos una edición de obras completas de Horacio e imprimió sus Investigaciones filosóficas sobre la belleza ideal considerada como objeto de las artes de imitación (Madrid, 1789), un importantísimo tratado de Estética que se enfrenta al Neoclasicismo al defender que el poder de la razón no es absoluto, sino que está modificado por el sentimiento y el gusto humanos, con lo que anticipa ya el Romanticismo. De hecho, sus ideas aparecen citadas y resumidas en los Principios de retórica y poética de Francisco Sánchez Barbero, impresos en 1805. Acompañó a Azara en sus viajes y, cuando el papa fue desterrado, marcharon a París, donde le sorprendió la muerte el 30 de octubre de 1799.