La escucha asertiva es una técnica y estrategia específica de la comunicación humana. Basada en el trabajo de Carl Rogers,[1] es utilizada en campos como la enfermería,[2] la psicoterapia y la resolución de conflictos. En 2002, Rost la definió como «un término genérico para definir una serie de comportamientos y actitudes que preparan al receptor a escuchar, a concentrarse en la persona que habla y a proporcionar respuestas (retroalimentación)».[3] Implica asimismo, entre otros aspectos, ofrecer disponibilidad y mostrar interés por la persona que habla.[4] La escucha activa consiste en una forma de comunicación que demuestra al hablante que el oyente le ha entendido. Se refiere a la habilidad de escuchar no solo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo.
En España, su principal impulsor es Antonio Guijarro Morales,[5]psicólogo humanista, quien en 1973 viajó en calidad de colaborador extranjero becado por la UNESCO al Center for Studies of the Person de La Jolla, California, donde trabajó durante un año con un grupo de expertos, entre los cuales se encuentra Carl Rogers. Al regresar y desde entonces, ha contribuido al desarrollo de esta técnica de comunicación en España, también llamada comunicación centrada en la relación.
Existen algunos obstáculos que impiden que escuchemos con eficiencia y debemos ser conscientes de estos para poder superarlos: