El escarificador es una herramienta agrícola que tiene dientes análogos a los del rastrillo pero mucho más fuertes. Permite descompactar el suelo, abriéndolo ligeramente para airearlo y facilitando que el aire, el agua y los micronutrientes lleguen a las raíces de las plantas.
Los dientes son encorvados y ordinariamente un poco aplastados en su extremidad y tienen de 12 a 18 pulgadas de largo. Por lo demás, se parece en cuanto al marco al extirpador. Tiene lo mismo que este último una cama que reposa sobre el banquillo del avantrén o sobre una pequeña rueda enllantada.
El escarificador es un excelente instrumento que puede cavar hasta 7 u 8 pulgadas de profundidad y conviene sobre todo cuando la tierra está endurecida o llena de raíces.
En la actualidad han surgido nuevos modelos de escarificadores de tierra a nivel doméstico. Estas máquinas, además de estar pensadas para la tarea de escarificación, también permiten airearla de manera más superficial intercambiando los rodillos de trabajo.