Ernst von Bark Schultz (Kaava, 23 de marzo de 1858-Madrid, 24 de octubre de 1922), castellanizado Ernesto Bark, fue un publicista y escritor de origen livonés asentado en España desde finales del siglo xix, participante de la escena bohemia madrileña de la época.
Ernesto Bark | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Ernst von Bark Schultz | |
Nacimiento |
23 de marzo de 1858 Kaava, Laiuse | |
Fallecimiento |
24 de octubre de 1922 Madrid | |
Sepultura | Cementerio de La Almudena | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista y publicista | |
Movimiento | Bohemia literaria española | |
Firma | ||
Nació el 23 de marzo de 1858 en Kaava, Laiuse,[1] proximidades de Dorpart, entonces parte del Imperio ruso. Perseguido por la policía zarista a causa de actividades revolucionarias, Ernesto Bark llegó a España por primera vez sobre 1880 y terminó por establecerse en Madrid, donde escribió medio centenar de libros y gran número de artículos periodísticos de contenido socialista o progresista.
Entre 1890 y 1892 vivió en Alicante, donde colaboró con la revista Crisol. Dirigió las revistas La República Social (1895), Cartagena Moderna y Spanien. Fue redactor y colaborador de El País, La Justicia, Germinal y otros.
En cuanto a su autoidentificación, aparte de presentarse como livonés, declaró tener tres nacionalidades: «la alemana etnográficamente, la rusa por política (y por desgracia) y la española por afirmación y amor»,[2] autoidentificándose contextualmente en cualquier caso en escritos como alemán (de las provincias bálticas).[3] A veces también afirmaba ser polaco.[3] Incluso en Diccionario de literatura española e hispanoamericana (Alianza, Madrid, 1993) refuerzan la creencia incorrecta sobre el origen polaco del escritor.[4] Pío Baroja le llamó «letón revolucionario».[5] Sin embargo, los estudiosos están de acuerdo de que tenía una larga barba y llevaba una vida bohemia, y que subsistía de dar clases de idiomas (conocía diecisiete lenguas). Aparece en Luces de bohemia de Ramón María del Valle-Inclán bajo el nombre de Basilio Soulinake, aunque este autor lo usa también en otros libros (La guerra carlista, La lámpara maravillosa). Lo cita en sus memorias Alejandro Sawa y lo evocan también en sus escritos Pío Baroja y Azorín. Se han barajado fechas de fallecimiento desde 1914 hasta 1924.[6] Sin embargo, falleció en su domicilio del número 57 de la madrileña calle de Ayala el 24 de octubre de 1922,[7] tal como certifican notas necrológicas en periódicos como La Libertad[8] o El Liberal.[9] En vez de en el cementerio civil, fue inhumado al día siguiente en el cementerio de la Almudena empleándose el rito católico profesado por su mujer Matilde Cabello.[10]