Enrique Zapata Ponce (Yucatán, México, 8 de julio de 1937 - Ciudad de México, 31 de julio de 2021 ).
Pintor y grabadista mexicano, reconocido como uno de los exponentes contemporáneos del folclor mexicano. Su obra está influenciada por el impresionismo, con un enfoque en los paisajes y la cultura de México.[1]
Desde su infancia en Mérida, Yucatán, Zapata Ponce mostró interés por el arte, inspirado por los paisajes tropicales y la rica vegetación de la región. Creció rodeado de árboles frutales en una hacienda propiedad de su padre, lo que influyó en sus primeras acuarelas y dibujos. A los 14 años, tras mudarse a la Ciudad de México, inició su formación artística en el taller del pintor español José Bardasano Baos. Durante esta etapa, quedó profundamente marcado por la obra de Joaquín Sorolla, Camille Pissarro y otros impresionistas, desarrollando un estilo que continuaba de manera original esta tradición artística.
En 1956, Zapata Ponce realizó su primera exposición individual en la Sala Velázquez, en la Ciudad de México, presentando cerca de 30 obras. A partir de entonces, su carrera como pintor se consolidó, destacándose por su capacidad para capturar la luz, el color y las emociones a través de su técnica pictórica.
Además de su obra artística, Zapata Ponce dedicó gran parte de su vida a la enseñanza. Fue profesor en instituciones reconocidas como la Royal Academy of Arts en Londres y el Centro Nacional de las Artes (La Esmeralda) en México. A lo largo de su carrera, formó a numerosas generaciones de artistas, transmitiendo no solo su técnica, sino también su pasión por la pintura, el grabado y la composición plástica.
Enrique Zapata Ponce dejó un importante legado en el arte mexicano, siendo recordado por su contribución al folclor nacional, su enfoque contemporáneo del neoimpresionismo y sus estudios profundos en composición plástica. Su influencia perdura tanto en sus obras como en la formación artística de sus alumnos.