Enrique I, conde palatino de Lotaringia desde 1045 hasta 1060, hijo de Hezzelin I y miembro de la dinastía ezónida.[1]. Los historiadores le dan varios apodos a Enrique: Furioso (el violento/el loco), porque asesinó a su mujer; Monachus (el monje), porque se vio confinado en una abadía para tratar su insania.
Enrique I de Lotaringia | ||
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Conde palatino de Lotaringia | ||
Reinado | ||
1045 - 1060 | ||
Información personal | ||
Fallecimiento |
29 de julio del 1060 | |
Familia | ||
Padre | Hezzelin I de Lotaringia | |
Cónyuge | Matilde de Verdún | |
Hijos | Germán II de Lotaringia | |
Se casó alrededor de 1048 con Matilde de Verdún (n. alrededor de 1025, m. 27 de julio de 1060) hija del duque Gotelón de Lotaringia, y hermana del papa Esteban IX.
Recibió el castillo de Cochem, en el Mosale, de su sobrina, la reina Riquilda de Polonia.[2] Fue elegido como sucesor del reino alemán durante la enfermedad del emperador Enrique III.
Poco después de 1058, Enrique empezó a mostrar signos de locura, por lo que se vio confinado a la abadía de Gorze..[3] Sin embargo, escapó, cuando oyó que su esposa Matilde tenía un lío amoroso con uno de sus parientes, y la mató con un hacha (27 de julio de 1060).[4] Enrique entonces fue definitivamente encerrado en la abadía de Echternach, donde murió en 1061. Su cargo y sus condados fueron confiscados por Anno II, arzobispo de Colonia, quien se convirtió en guardián de su único hijo, el posterior conde palatino Germán II (1064-1085).[5]
Predecesor: Otón I |
Conde palatino de Lotaringia 1045 - 1060 |
Sucesor: Germán II |