Enrique Casas Vila (Guadix, 9 de octubre de 1943 - San Sebastián, 23 de febrero de 1984) fue un físico y político español, perteneciente al Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas.[1]
Enrique Casas | ||
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Placa en homenaje a Enrique Casas en el Parlamento Vasco | ||
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Senador en Cortes Generales de España por designación del Parlamento Vasco | ||
30 de junio de 1981-23 de febrero de 1984 | ||
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Miembro del Parlamento Vasco por Guipúzcoa | ||
1 de diciembre de 1982-19 de enero de 1984 | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
9 de octubre de 1943 Guadix (España) | |
Fallecimiento |
23 de febrero de 1984 San Sebastián (España) | (40 años)|
Causa de muerte | Homicidio | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Cónyuge | Bárbara Dührkop | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político y físico | |
Partido político | Partido Socialista Obrero Español | |
Miembro de | Partido Socialista de Euskadi-PSOE | |
Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania), Enrique Casas fue militante del PSOE y de la Unión General de Trabajadores. Fue elegido secretario de organización del PSE-PSOE en 1977 y secretario general del PSE-PSOE de Guipúzcoa en 1979. Estaba casado con Bárbara Dührkop, que fue más tarde eurodiputada española, con quien tenía cuatro hijos: Daniel, Cristina, Andreas y Richard.[2]
Entre 1980 y 1984 fue miembro del Parlamento Vasco, así como senador designado por dicho parlamento en la I Legislatura de la democracia, del 30 de junio de 1981 al 31 de agosto de 1982, y en la II Legislatura, puesto que ocupó hasta el momento de su muerte.
Enrique Casas fue asesinado a la puerta de su casa el 23 de febrero de 1984, en el tercer aniversario del fallido golpe de Estado del 23-F, por el grupo terrorista Mendeku de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA).[3] Este grupo lo hacía responsable de la represión a la izquierda abertzale por su condición de miembro de la Junta de Seguridad del País Vasco,[4] creada por los gobiernos central y autonómico, acusándolo de haber diseñado los últimos episodios de «guerra sucia» junto con Ricardo García Damborenea, secretario general del PSE-PSOE de Vizcaya,[5] como así reconoció este último en 1995 durante el proceso judicial celebrado por el caso Marey.[6]
El asesinato, cometido en plena campaña electoral, tres días antes de las elecciones al Parlamento Vasco, en las que Enrique Casas era cabeza de lista por Guipúzcoa, provocó una fuerte convulsión política; todos los partidos suspendieron de inmediato sus actos electorales —a excepción de Auzolan, aunque también lo condenara—[7] y se convocó una huelga general. El dirigente de Herri Batasuna Iñaki Esnaola criticó duramente el atentado,[3] previendo una respuesta por parte de los GAL hacia su formación, como efectivamente ocurrió con el asesinato de Santiago Brouard.[8]
Como responsables del asesinato de Enrique Casas fueron detenidos un mes después Rosa María Jimeno, empleada del ayuntamiento de Orio, y José Luis Merino Quijano, el único superviviente del controvertido tiroteo de Pasajes en el que fallecieron cuatro miembros de los CAA,[9] víctimas de una emboscada premeditada de la Policía.[10][11] Pablo Pego Gude, considerado el autor de los disparos que acabaron con la vida de Enrique Casas, también falleció en un enfrentamiento con la Guardia Civil en agosto de 1984.[12] Como consecuencia de estas acciones policiales, los CAA quedarían prácticamente disueltos.[5] En 1985 José Luis Merino Quijano fue condenado por la Audiencia Nacional a 53 años de prisión, de los que cumplió diecisiete,[13] siendo puesto en libertad en 2001.[14] Rosa María Jimeno permaneció en prisión algo más de tres años.[11]
En junio de 2014 se colocó una placa de recuerdo en el Parlamento Vasco en homenaje a Enrique Casas, junto con las de los parlamentarios Santiago Brouard, asesinado por los GAL, Gregorio Ordóñez y Fernando Buesa, ambos asesinados por ETA.[15]