Se llama encastilladura a un defecto del casco del caballo caracterizado por su estrechez general o por la de los talones y de las cuartas partes.
Afecta sobre todo a las manos. Se califica de:
La encastilladura es coronaria cuando la disminución del a anchura se verifica sobre todo en las regiones superiores del pie y plantar cuando la estrechez alcanza a toda la extensión del casco. Este se halla arrollado sobre sí mismo y se asemeja vagamente a un castillo (catellum). En algunos casos, la estrechez no interesa más que a las partes superiores del pie por consecuencia de la aproximación de las dos cuartas partes o de los dos talones. El pie se llama entonces estrecho o chupado de cuartas partes o de talones. Si la estrechez resulta de la aproximación de una sola cuarta parte o de un solo talón a la línea media el pie se denomina entonces chupado de una cuarta parte o de un talón. En estos últimos casos, la encastilladura se denomina falsa o incompleta.
Existen diferentes causas predisponentes para la encastilladura:
Entre las causas ordinarias se encuentran
Los síntomas locales de la encastilladura consisten en un estrechamiento general o parcial del pie enfermo según que la encastilladura sea verdadera o falsa. La palma se halla ordinariamente hueca, muy cóncava; la ranilla es pequeña, atrofiada y no descansa sobre el suelo. Su cuerpo es delgado, afilado, la laguna media casi ha desaparecido y contiene un líquido sero-purulento gris o negruzco de olor fétido. Las barras, generalmente muy elevadas, afectan una dirección perpendicular al suelo. Las lagunas laterales son profundas y estrechas, la substancia córnea es seca, dura y quebradiza. La tapa es delgada y su cara externa presenta círculos numerosos, indicios de desórdenes nutritivos del rodete.
Los síntomas funcionales consisten en una dificultad en la marcha, y a veces una claudicación del miembro enfermo que en reposo se dirige por delante de su línea de aplomo de modo que el peso del cuerpo gravita sobre el pie sano. En este caso, se dice que el caballo señala o escribe. Si la encastilladura existe en las dos manos, el caballo patea incesantemente, apunta o señala de modo alternativo con uno u otro miembro, a veces se planta delante. Al comienzo de la encastilladura la marcha es dificultosa, vacilante y corta, el caballo anda con precaución, sus espaldas parecen enclavijadas en el cuerpo, tropieza fácilmente, cae a menudo y se corona. Se dice entonces que el caballo marcha como sobre huevos. El dolor de los tejidos vivos del pie se manifiesta por una cojera, generalmente más acentuada al salir de la cuadra y que se atenúa poco a poco. A veces, desaparece completamente durante el trabajo, el caballo parece entonces haber recuperado su marcha normal. Con el reposo, el dolo reaparece tan intenso como antes. Si se deshierra el pie se encuentra caliente y sensible especialmente en los talones.
Como tratamiento preventivo la profilaxis reside en la utilización regular del caballo y en la estricta observación de las reglas del herrado normal. Se previene la desecación del casco haciendo uso de un buen ungüento del pie.
El tratamiento curativo exige la aplicación de herraduras especiales llamadas desencastiladoras. Estas herraduras se pueden dividir en cuatro grupos:
Diccionario de veterinaria, P. Cagny y H.J. Gobert, 1906