En pelota es una locución adverbial, también utilizada como adjetiva, coloquial, que significa «desnudo, en cueros o mostrar parte inferior masculina con ausencia de ropa».[1]
Aunque debió de surgir en el siglo XVI, es en el XVII cuando se documenta con el significado de a cuerpo, heredera de la locución medieval en pellote,[3] relativa a ir en ropa de casa o, más concretamente, vestido con el característico pellón, pellote o pelote (al desnudo total, se alude con las expresiones en cueros o en carnes).
En la cuaderna vía 863 del Libro de buen amor del arcipreste de Hita, cuya primera versión data de 1330, cuando Trotaconventos intenta convencer a doña Endrina de que vaya a visitarla, le dice:
También cuenta Cervantes que los galeotes le quitaron el gabán a Sancho «y dejáronle en pelota».
Ya en la segunda mitad de la centuria, Jerónimo de Barrionuevo (Avisos del Madrid de los Austrias) comienza a hablar de «hombres y mujeres, en pelota, medio vestidos y desnudos».
Pero es a partir del siglo XVIII cuando pierde su sentido hiperbólico para pasar a referirse, literalmente, al estado de completa desnudez.
Así, José Francisco de Isla:
[…] un joven desnudo y en pelota como su madre lo parió.
Ramón Pérez de Ayala, 1921:
A mí no me importa beber, ni fumar ni andar en pelota.
De una actriz:
[…] se presenta casi en pelota.
Miguel Ángel Asturias, 1952:
El jefe se quedó en pelota.
O Juan Rulfo, 1953:
Volvió a hacer la operación de secarse en pelota.[5]
El problema surge cuando, desde el siglo XIX, deja de relacionarse la voz pelota con su primitivo significado de piel y comienza a registrarse la locución en pelotas,[6] tanto en España como Hispanoamérica, vulgarmente asociada a los testículos, lo que —además— la hace solo aplicable (stricto sensu) al desnudo integral masculino:[7]
[…] la actriz se queda en pelotas, si es que tal vulgarismo puede decirse de una actriz».[8]