Emilio Molinero Hurtado (Abril de 1920 – 10 de octubre de 2013) fue un alfarero mexicano, famoso por recrear los diseños de la cerámica prehispánica.
Emilio Molinero Hurtado | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | Abril de 1920 | |
Fallecimiento | 10 de octubre de 2013 | |
Nacionalidad | Mexicana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Ceramista y pintor | |
Molinero Hurtado se crio en Tzintzuntzan y comenzó a trabajar en la arcilla junto a su padre a los siete años, hacer recipientes para el almacenamiento de agua y nixtamal, o maíz para tortillas.[1][2]
Cuando sus padre fallecieron, se dedicó a la agricultura pero después de casarse con Juana Huipi, volvió a la alfarería, comenzando una carrera de enorme Notoriedad por la calidad y el diseño de sus piezas.[2][1] Sus diseños están basados en la cerámica prehispánica que encontraba en los alrededores, pero ligeramente modificadas para ser más contemporáneas. Trabajó con arcillas locales, en su mayoría rojas y blancas, utilizando tanto moldes como sus manos para dar forma a las piezas. Las piezas fueron luego bruñidas y pintadas, generalmente con diseños de estilo prehispánico, blanco sobre naranja quemado.[2]
Sus trabajos ganaron diversos premios en Michoacán, como el evento de Domingo de Ramos en Uruapan, la Feria de Mayo de Morelia y varios en la Feria de Noche de Muertos en Tzintzuntzan.[2] Fue nombrado Gran Maestro por el Fomento Cultural Banamex en 2001, y en 2007 recibió el Premio Estatal de las Artes Eréndira por el estado Michoacán.[1]