El silencio del cazador es una película de Argentina filmada en colores dirigida por Martín Desalvo sobre el guion de Francisco Javier Kosterlitz que se estrenó el 1 de abril de 2021 y que tuvo como actores principales a Alberto Ammann, Pablo Echarri y Mora Recalde.
El silencio del cazador | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección |
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Producción | Julieta Sánchez (productora ejecutiva) | |
Guion | Francisco Javier Kosterlitz | |
Música | Jorge Chikiar | |
Fotografía | Nicolás Trovato | |
Montaje | Paula Rupolo | |
Protagonistas |
Alberto Ammann Pablo Echarri Mora Recalde | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Argentina | |
Año | 2021 | |
Género |
Suspenso Drama | |
Duración | 103 minutos | |
Clasificación | PM13 | |
Idioma(s) | Español | |
Compañías | ||
Productora | Domenica Films | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Un guardaparque que patrulla el parque nacional ubicado dentro de la selva misionera está casado con una comprometida médica rural que antes fue pareja de un antiguo colono Venneck. La aparición de un mítico jaguar divide a la pequeña comunidad en la que viven y provocará una escalada de violencia.[1][2]
Participaron del filme los siguientes intérpretes:[1][2]
Marcelo Stiletano en La Nación escribió:
”… en el interior del monte misionero. Una escenografía natural poderosa, densa, intrincada, capaz de atrapar en el más profundo sentido del término a los dos personajes protagónicos…parecen esperar...el estallido ...El conflicto crece bajo otras reglas: la deforestación del monte, el abandono de las comunidades aborígenes, las desigualdades sociales, la búsqueda esquiva de un destino dentro o fuera del terruño. Son apuntes bien dosificados...excelente fotografía...un elenco de altísimo compromiso un retrato preciso de ese antagonismo irreductible. Menos atractiva resulta la descripción del costado de esa lucha ligado al aspecto afectivo...La presencia amenazante de un misterioso y elusivo animal le aporta otro elemento de interés a una historia cuyos protagonistas terminan comportándose como verdaderas fieras.[2]
Ezequiel Boetti en Página 12 opinó:
”...una historia de enfrentamientos personales en el que se conjugan dos cosmovisiones opuestas… una cámara …que…en general no sigue sino que “replica” los movimientos de los personajes…genera una atmósfera opresiva y asfixiante que hace sentir el calor y la humedad desde el otro lado de la pantalla.… una película pensada desde la interacción de imágenes y sonidos con las líneas de diálogo, en la que sus temas se desprenden de las acciones y no al revés, en la que no hay personaje secundario sin relevancia en la trama...es cuestión de dejarse envolver por los tentáculos de un relato que muestra que los géneros clásicos, aunque a veces no lo parezca, gozan de buena salud en el cine argentino.”[1]