El Toque Manual de Campanas en la Catedral Metropolitana de Valencia

Summary

El Toque Manual de Campanas de la Catedral de Valencia está declarado como Bienes de Interés Cultural Inmaterial según consta en el DOCV nº 7082 del 05/08/2013. El código de anotación en el Registro General de BIC del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte es el nº 28652.[1]

En el año 2022, la decimoséptima Reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO aprobó la candidatura presentada por España (que estaba promovida e impulsada por Hispania Nostra, Campaners d’Albaida, y el Museo Internacional del Toque Manual de Campanas, representando a los campaneros y campaneras de España) y se consiguió que el Toque Manual de Campanas fuera inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.[2]

El "Micalet de la Seu", el campanario de la Catedral de Valencia

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El campanar Nou de la Catedral de Valencia, conocido popularmente como el Micalet de la Seu o simplemente el Miguelete en castellano, está datado del siglo XV y es considerado un elemento clave del patrimonio cultural monumental de la ciudad de Valencia. El monumento arquitectónico se ve revalorizado con el conjunto de campanas que en él se ubican. Este conjunto está formado por dos grupos, las campanas de las horas (situadas en la espadaña) y las campanas del conjunto sonoro original que son once en total. De estas once hay campanas del siglo XV, del XVI, del XVII y del siglo XVIII, además de una pieza única como es la campana "la Caterina", datada en 1305 y que constituye el sonido más antiguo conservado en la ciudad. Se trata de un conjunto de campanas histórico conservado íntegramente, porque la mayoría de las campanas de las otras torres fueron destruidas total o parcialmente durante la guerra civil.[1]

Los miembros de la asociación "Campaners de la Catedral de València" son los encargados de mantener, divulgar y tocar las campanas de la Catedral, interpretando todos los toques del ciclo anual, de modo manual.[1]

El campanario de la Catedral de Valencia ha tenido, desde sus orígenes, una relación escrita de los toques, que formaba parte de la «Consueta» o costumbres y usos litúrgicos de la Seo. El toque de las campanas se debía a la oscilación y al repique al menos desde la mitad del siglo XV y en el siglo XVI se impuso el volteo, o toque circular de todas las campanas, que comenzó con la Maria, la campana más grande de todas.[3]

La primera consueta o relación de toques publicada hasta el momento, una de las más completas, está escrita hacia 1550, si bien hay referencias de otras anteriores, y ya fija las bases de los toques y de las relaciones posteriores, aunque las campanas todavía oscilan, ya que el volteo se introducirá en los últimos decenios de ese siglo. Esta primera consueta, de autor anónimo, fue fijada por el canónigo Herrera en 1705, y ha permanecido prácticamente estable hasta nuestros días, con adaptaciones del campanero Rafael Aguado hacia 1915, y la actual Consueta Nova de 1994, acordada por el Cabildo, que organiza los toques de las consuetas anteriores, adaptándolas a los rituales y calendario presentes.[4]

Los Toques manuales y su evolución temporal

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Los toques de campana forman parte del paisaje sonoro y cultural de los valencianos desde la conquista cristiana. Las campanas construyen el tiempo colectivo, no solo a través de los relojes, sino de los diversos toques, que marcan el transcurrir de la jornada, de la semana, del año y de la vida. Marcan espacios festivos o de luto, e indican con sus toques la relevancia de ciertas personas, bien en el momento de su muerte, bien en otros acontecimientos extraordinarios. Por eso las campanas llegan más allá del significado religioso, sin olvidarlo, puesto que se convierten en la voz de una comunidad, en su símbolo sonoro más intuitivo y emotivo.[1][5]

Los toques en el Campanario Viejo de la Catedral de Valencia

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No podemos asegurar nada sobre los toques del Campanar Vell (el que existía antes de la construcción del Miguelete), en cambio los toques del Campanar Nou (o MIguelete) son bien conocidos, entre otros por la Consueta de los siglos XVI-XVII.[6]​ En tiempos antiguos, en Valencia, al igual que en el resto de la Corona de Aragón, las campanas oscilaban, muy contrapesadas, hasta llegar a invertirlas, dejándolas paradas entre toque y toque. Además de estas oscilaciones, las campanas también repicaban y en muchas ocasiones las oscilaciones y los repiques se combinaban, de manera que mientras unas campanas oscilaban, otras repicaban. En el caso del Miguelete, una de ls campanas que más se movía era el Manuel, unas veces hasta media ventana, otras veces hasta llegar a invertirlo, sin que llegase a voltear. Estas combinaciones se conservan en dos toques que han pervivido hasta hoy:

  • El repic, utilizado para fiestas menores, incluso procesiones menos importantes como la de los Ramos o la de las Candelas, pero también para marcar el principio de las procesiones mayores como la Mare de Déu o el Corpus. En estos dos casos suena cuando sale la cruz de la catedral, que marca el principio de la comitiva religiosa, mientras que en los otros se alarga tanto como es preciso pudiendo durar de diez minutos a media hora según sea necesario. El repic es un toque antiguo y tiene una estructura lineal abierta, es decir hay una serie de acciones que se deben hacer una tras otra, pero en cada uno de los pasos el intérprete tiene la libertad de utilizar un ritmo u otro. Así, el toque empieza moviendo la campana llamada la Bàrbera hasta media ventana o algo más, mientras se repica con la Caterina y se dan dos o tres golpes de la Maria. A continuación un golpe de la Maria y luego una "passada de trancs", expresión que significa que se golpea a las cinco campanas mayores al unísono, cada vez más rápido. Tras esto repican las dos pequeñas, luego un "tranc" y luego empieza el diálogo de l’Úrsula con las cinco campanas mayores, de mayor a menor, y de nuevo la Maria y así sucesivamente hasta llegar al final. El orden de los pasos es necesario, pero hay libertad para la duración de cada y para los ritmos utilizados con dos o tres campanas, lo cual establece personalmente campanero, según su gusto y estilo.[7]
  • El volteo. La forma de tocar las campanas se recogían en las conocidas Consuetas, destacan entre ellas la de Theodosio de Herrera y Bonilla, Maestro de ceremonias de esta Santa Metropolitana Iglesia de Valencia, que le dedica en su obra el último capítulo a "La Torre del Micalete y sus campanas y modo de tañerlas en todas las funciones assi ordinarias como extraordinarias". En este capítulo habla de los repiques y de la forma de tañer a los oficios y luego sigue con los vuelos de campanas, utilizando en castellano una palabra utilizada en la ciudad para definir los volteos, que no se llaman "volteig" sino "vol de campanes". En el capítulo considera que para los vuelos solamente se usan las cinco campanas mayores, relacionadas en el orden jerárquico tradicional, es decir: la Maria, el Jaume, el Manuel, l'Andreu , y el Vicent. Este volteo de las cinco mayores se repite una veintena de veces a lo largo del año, ya que se utiliza el volteo para señalar la solemnidad de las fiestas con toques de media hora (con tres paradas de cinco minutos cada una) o de una hora (cinco paradas de cinco minutos cada una). Se tocan a cada cuarto de hora. [7]

Los "Campaners de la Catedral de València" son los encargados de mantener, divulgar y tocar las campanas de la Catedral, interpretando todos los toques del ciclo anual, de modo manual. Por otro lado, las once campanas litúrgicas, de grandes dimensiones, y muy antiguas, se pueden voltear mediante una a cuatro sogas (según el tamaño y la altura) girando por tanto en los dos sentidos marcados por enrollar y desenrollar la larga cuerda.[1]

Los toques en el Campanario Nuevo de la Catedral de Valencia

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Toques tradicionales

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Los toques tradicionales se caracterizaban por su gran variedad local, estrictamente reglamentados, siendo muchos de ellos iguales en su contenido pero diferentes e incluso opuestos en sus formas. Por ejemplo, el final del toque de fiesta de la ciudad de Valencia es el toque de muertos principal en la huerta que rodea la ciudad.[1]

Tradicionalmente había diversos toques de coro, a lo largo de la jornada, de la semana y del año, y eran toques diferentes según las distintas «clases» (al menos una docena). También había repiques, toques de muerto (con una decena de combinaciones diferentes), y toques de fiesta, basados exclusivamente en el volteo de las cinco campanas mayores. Tampoco faltaban otros toques como los de tormentas, los de sacar almas del purgatorio o los de alarma, así como el del cierre de las murallas que iba a cargo de la ciudad o Ayuntamiento de Valencia. Estos toques iban evolucionando como lo hacía la sociedad y por ello fueron adaptándose a las necesidades tanto de la Catedral como de la Ciudad.[8]

Cuando se mecanizó el toque de las campanas, se produce un ruptura con la tradición, llegándose a olvidar en la memoria colectiva el toque tradicional de las campanas de la catedral. También se anularon las señales diarias tanto de oración como de cerrar murallas. Los nuevos toques solo anunciaban misas.[8]

Toques actuales

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En la actualidad hay dos bloques diferenciados de toques: los automáticos y los manuales.

Toques actuales automáticos
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Los automáticos se limitan a las señales de oración (tres badajazos de la Maria para cada uno de los tres Ángelus y cinco badajazos para el toque de Ánimas), el toque de cierre de murallas de el Manuel (durante media hora, primero cada dos minutos y luego acelerando hasta la máxima velocidad), y los tres volteos de coro de la Bàrbera a las 09:01, las 09:16 y las 09:26, sendos toques previos al Ángelus de mediodía y de tarde de sábado y domingo y un último toque para la Sabatina, el sábado a las 19:45 horas.[8]

Toques actuales manuales
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Los toques manuales se interpretan por los Campaneros de la Catedral de Valencia, que son una evolución del Gremio de Campaneros Valencianos y que forman parte de aquella Federación de Grupos Campaneros. El Calendario Anual (que comienza con el Adviento) incluye todas las fiestas litúrgicas anuales, así como los domingos de Adviento y de Cuaresma, los toques de vísperas de las Solemnidades en las que se cantan en la Catedral, y las grandes celebraciones del templo. Toda esta relación está fijada en la Consueta Nova, aprobada por el de la Consueta de Herrera de 1705, a las necesidades actuales, tanto litúrgicas como de la vida ciudadana. [8]

Las campanas tocando en la fiesta de Corpus

Por nuestra forma de vida en pleno siglo XXI tiene más sentido tocar los días de fiesta a mediodía, con repique o con volteos según la festividad, para construir el tiempo festivo comunitario, cuando la gente pasea por el centro histórico. Quedan tres toques de alba: para la Virgen de los Desamparados, para el Corpus Christi y para la Virgen de Agosto, y el volteo general que en tiempos de Aguado y campaneros posteriores se prodigaba al menos para estas tres fiestas, queda ahora limitado al mediodía del Corpus Christi, asumiendo la recomendación de Herrera que las campanas pequeñas, los tiples, no dizen bien con las otras, y quitan solemnidad, aumentando el caos sonoro.[8]

Sobre todo se han recuperado y normalizado los repiques, de los cuales se interpretan unos 50 a lo largo del año por los diversos Campaneros, ya que se trata de que este conocimiento no se limite a una persona ni a una manera única de interpretar. Los toques de coro suenan en las diversas variaciones más solemnes: los coros «bisblas» (los antiguos «dobles de primera») en los que voltea alguna de las cuatro mayores según festividad, las «dominicas moradas», con variaciones para Adviento (toque de Aguado) o de Cuaresma (toque de Herrera), así como las «dominicas rosas», que son una interpretación del toque de «dominica blanca». Los toques de muerto quedan limitados a los relacionados con la Catedral y su Cabildo, así como con las autoridades, sobre todo religiosas.[9]

De manera general las campanas se voltean con cuerdas (en algunas altas no se podría hacer de otra manera), recuperando así unas técnicas tradicionales tanto de parar como de voltear que los últimos campaneros antes de la electrificación habían simplificado, así como unos ritmos siempre cambiantes. El toque está facilitado por los rodamientos autocentrados de manera que la mayor parte de las campanas, excepto la Maria, la Caterina y l'Arcís o el Pau, que aún conservan la instalación tradicional, que se mantedrá mientras las campanas funcionen con seguridad y sin excesivo esfuerzo.[8]

Además, la matraca, que fue repuesta en 1996, suena desde el Jueves Santo, después del de Gloria, para los oficios del Viernes y del Sábado Santo y para avisar la misa de la Vigilia de Pascua.[8]

Sonidos de la fiesta del Corpus

La protección inmaterial de los toques manuales de las campanas de la catedral de Valencia

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En la Disposición 9674 del BOE núm. 223 de 2013 se declara Bien de Interés Cultural Inmaterial a los toques manuales de campanas en la Iglesia Parroquial de la Asunción de Ntra. Sra. de Albaida, en el campanar de la Vila de Castellón de la Plana, en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santa María de la Asunción de Segorbe y en la Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María de Valencia.[4]

La protección de estos cuatro conjuntos de toques manuales de campanas como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial supone no solamente la protección genérica de sus actividades, conocimientos y técnicas, sino también de las instalaciones, las campanas y los toques en su estado actual, sin interferir en su uso habitual para toques diarios, festivos o de difuntos o incluso para conciertos extraordinarios. Por el contrario, cualquier mecanización, modificación de campanas o de instalaciones, y desplazamiento o variación del conjunto de bronces, deberá ser autorizado explícitamente, y mediante proyecto debidamente presentado al centro directivo competente, siempre y cuando no impida, dificulte o modifique los toques tradicionales de campanas, de los cuales estos cuatro conjuntos son un claro exponente y una referencia fundamental para el patrimonio cultural de los valencianos.[4]

Las campanas quedan a cargo de unos representantes establecidos en el marco de la disposición en la que se aprueba su protección, de manera que a partirt de ese momento, la gestión de los toques manuales de la Iglesia Parroquial de la Asunción de Ntra. Sra. de Albaida, del campanar de la Vila de Castellón de la Plana, de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santa María de la Asunción de Segorbe y de la Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María de Valencia son competencia de sus respectivos titulares, es decir, de la Iglesia Parroquial de la Asunción de Ntra. Sra. de Albaida, en el caso de Albaida; del Ayuntamiento de Castellón de la Plana, en el caso de El Fadrí; del Cabildo de la Catedral de Segorbe , para las campanas de esa catedral; y por último, del Cabildo de la Catedral de Valencia, para las del Micalet, que estableció que la asociación de "Campaners de la Catedral de València" fuera la responsable de mantener, divulgar y tocar las campanas de la Catedral, interpretando todos los toques del ciclo anual, de modo manual.[1][4]

Referencias

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  1. a b c d e f g «El Toc Manual de Campanes en la Santa Esglèsia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María de Valencia. Dirección General de Patrimonio Cultural». eduwp.edu.gva.es. Consultado el 20 de agosto de 2025. 
  2. Miguel, Teresa Merello de (30 de noviembre de 2022). «El toque manual de campanas ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO». Hispania Nostra. Consultado el 23 de agosto de 2025. 
  3. Cuaderno de todos los toques de campanas así ordinarios como extraordinarios que se tocan en esta Santa Iglesia Metropolitana de Valencia(1912), Rafael Aguado Romaguera
  4. a b c d «III. OTRAS DISPOSICIONES COMUNITAT VALENCIANA 9674». BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO Núm. 223 Martes 17 de septiembre de 2013 Sec. III. Pág. 71728. 
  5. «Los toques manuales de campanas». recmestreacasa.gva.es. Consultado el 23 de agosto de 2025. 
  6. MARTÍ MESTRE, Joaquim; SERRA ESTELLÉS, Xavier. La Consueta de la Seu de València dels segles XVI-XVII. Facultad de Teología “San Vicente Ferrer”, Monumenta Archivorum Valentina, X – 2 vols. València, 2009.
  7. a b Toques históricos de las campanas de la Catedral de Valencia: la más alta música comunitaria. Francesc Llop i Bayo. La catedral de Valencia: historia, cultura y patrimonio / coord. por Manuel Muñoz Ibáñez, 2018,  978-84-941344-9-4, págs. 285-334
  8. a b c d e f g «Catedral de Santa Maria - VALÈNCIA (COMUNITAT VALENCIANA)». 
  9. CAMPANERS DE LA CATEDRAL DE VALÈNCIA. «Consueta Nova de la Catedral de València». CONSUETA NOVA DE LA CATEDRAL DE VALÈNCIA.