Edwin Fischer (6 de octubre de 1886 - 24 de enero de 1960) fue un pianista y director de orquesta suizo. Se lo considera como uno de los más grandes pianistas del siglo XX, particularmente en el repertorio alemán tradicional de compositores tales como J. S. Bach, Mozart, Beethoven y Schubert, y además como uno de los mejores pedagogos del estudio de piano.
Edwin Fischer | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
6 de octubre de 1886 Basilea (Suiza) | |
Fallecimiento |
24 de enero de 1960 Zúrich (Suiza) | (73 años)|
Sepultura | Friedhof Friedental | |
Nacionalidad | Suiza | |
Religión | Catolicismo | |
Familia | ||
Cónyuge | Eleonora von Mendelssohn | |
Educación | ||
Educado en | Conservatorio Stern | |
Alumno de | Martin Krause | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pianista, director de orquesta y profesor de música | |
Empleador | Universidad de las Artes de Berlín | |
Estudiantes | Alfred Brendel, Conrad Hansen, Paul Badura-Skoda, Daniel Barenboim y Jörg Demus | |
Género | Música clásica | |
Instrumento | Piano | |
Discográfica | EMI | |
Fischer nació en Basilea en donde comenzó a estudiar música. Continuó sus estudios en el Conservatorio Stern, en Berlín, bajo la tutela de Martin Krause, quien a su vez había sido discípulo de Liszt. Se convirtió en una eminencia del piano luego de la Primera Guerra Mundial.
En 1926 empezó a ser el director del Musikverein de Lübeck y luego dirigió en Múnich.[1] En 1932 formó su propia orquesta de cámara y fue uno de los primeros en interesarse en presentar la música de las épocas Barroca y Clásica de forma históricamente exacta y aunque sus interpretaciones no lo fueron precisamente para los estándares actuales, sí que lo fueron en su tiempo; por ejemplo, dirigió conciertos de Bach y Mozart desde el teclado, lo que en ese momento era de lo más inusual. Sus interpretaciones, hasta de Bach y Handel, eran concebidas de manera romántica, con un amplio uso de la dinámica, pero extremadamente irresistible.
En 1932 volvió de nuevo a Berlín, donde sucedió a su gran contemporáneo Artur Schnabel como profesor en la Berlin Hochschule für Musik. En 1942 se trasladó de nuevo a Suiza, donde puso su carrera en suspenso durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, comenzó a actuar nuevamente y a la vez a dar clases magistrales en Lucerna, a las cuales asistieron muchos pianistas posteriormente prominentes, como Alfred Brendel, Helena Sá e Costa, Paul Badura-Skoda, Mario Feninger y Daniel Barenboim entre ellos.
Así como recitales en solitario, en concierto y como director de trabajos orquestales, Fischer también tocaba música de cámara. En particular, fue excelentemente considerado el trío de piano que formó con el violonchelista Enrico Mainardi y el violinista Georg Kulenkampff (quien fue reemplazado por Wolfgang Scheneiderhan luego de su muerte).
Fischer publicó varios libros sobre enseñanza, así como también uno sobre las sonatas para piano de Beethoven. También realizó bastantes grabaciones, incluyendo el primer registro completo de El clave bien temperado de Bach, para EMI, entre 1933 y 1936. Entre otras grabaciones clásicas de Fischer están los conciertos para teclado, obras misceláneas para solista de Bach, como la Fantasía cromática y Fuga, varios conciertos y sonatas de Mozart y Beethoven, la Fantasía Wanderer y los Impromptus de Schubert y el segundo concierto de Brahms, dirigido por Wilhelm Furtwängler. Las grabaciones con importancia histórica de Fischer han sido reeditadas en CD por EMI y por sellos especializados como APR, Music & Arts, Pearl y Testament. Las de los conciertos KV 453, 466, 482, 491 y 503 (en sol mayor, re menor, mi bemol mayor, do menor y do mayor) son particularmente destacables, sobre todo las tres últimas, con la inspirada y poderosa dirección de John Barbirolli, Lawrance Collingwood y Josef Krips, en 1935, 1937 y 1947, respectivamente.
También acompañó a Elisabeth Schwarzkopf en un renombrado álbum de lieder de Schubert en los primeros años de la década de 1950. Su últimas colaboración musical fue con la violinista Gioconda de Vito. Durante sus sesiones de grabación para las sonatas para violín números 1 y 3 de Brahms tuvo que ir a Londres para llevar a cabo un tratamiento médico; allí le dijeron que estaba gravemente enfermo.
Murió en Zúrich poco después. Sus restos fueron incinerados y enterrados en el cementerio Friedental de Lucerna.
A partir de mediados de los años cincuenta, y debido a problemas de artritis, abandonó paulatinamente los recitales y giras. Compuso piezas para piano y cadencias para conciertos de autores como Mozart y Beethoven. Realizó una gran labor como editor de la obra para teclado de Bach y Mozart y escribió algunos ensayos sobre música, entre los que destacan Johann Sebastian Bach: eine Studie (1947) o Musikalische Betrachtungen (1949; traducido al inglés en 1951 con el título de Reflections on Music).[2]
Entre los alumnos de Edwin Fischer se encuentran los siguientes pianistas: