Edita Broglio (1886–1977) o Edita Walterowna von Zur Muehlen, fue una artista letona conocida por sus pinturas en el género del realismo mágico.[1][2]
Nació como Edita Walterowna von Zur Muehlen el 26 de noviembre de 1886 en la ciudad de Smiltene, al nordeste de Riga.[3][4] De 1908 a 1910 estudió en la Academia de Arte de Konigsberg, al este de Prussia.[5][6] Más adelante comenzó a acudir al estudio de Olga Resnevič Signorelli, que le presentó a Roberto Melli, a Armando Spadini, a Ferrucio Ferrazzi y a otros pintores de la Escuela Romana.[7]
Edita Broglio abandonó su Letonia natal unos años después del Domingo Sangriento de 1905, que había convertido al Imperio ruso en un lugar peligroso para todos aquellos cuyas familias se habían beneficiado de los favores de los zares.[7] Broglio se trasladó a Roma, donde fundó el movimiento Ritorno all'ordine (Retorno al orden) y la revista de crítica de arte Valori Plastici,[8] una influyente publicación, editada en italiano y francés, que lanzó el debate que enfrentó a los vanguardistas con los principios figurativos tradicionales.[5][7] Allí se casó con Mario Broglio, y juntos colaboraron con otros artistas entre los que cabe mencionar a Carrà y a De Chirico. [9][10][11]
En la década de 1930, expuso sus primeras pinturas inspiradas en la vanguardia rusa.[7] Después de la Segunda Guerra Mundial, la artista tuvo más oportunidades de presentar sus obras, que se expusieron, entre otros lugares, en la Galería Gian Ferrari de Milán en 1953, en la Galería Obelisco de Roma en 1956 y en la Galería Il Vantaggio de Roma en 1957. Sus cuadros también están presentes en la retrospectiva de la Escuela Romana de la Quadriennale de 1959, así como en la exposición florentina de Ragghianti de 1966.
Uno de sus cuadros más famosos es el Proyecto para «Le Villeggianti», vendido en 2019 por Bertolami en Roma.[12]
En 1948, tras la muerte de su marido Mario, Edita se trasladó a la Toscana, a San Michele Moriano, donde llevó una vida retirada, dedicándose principalmente a su granja. No obstante, siguió en contacto con sus amigos y colegas de Roma para mantener viva la revista Valori Plastici: durante toda su vida, Edita Broglio luchó para que Valori Plastici no fuera considerada una revista reaccionaria.[13]
A partir de 1974, a pesar de su avanzada edad, Edita Broglio ordenó los archivos de Valori Plastici. Para esta tarea, contó con la ayuda del joven poeta Giorgio de Canino. También inició los trámites para crear una fundación en memoria de su marido, pero el proyecto fracasó tras un robo en su apartamento, que la privó de los cuadros con los que quería financiar el proyecto.[13]
Murió en Roma en 1977.[6]
Todos sus cuadros y dibujos se vendieron en una subasta, cuyos ingresos se destinaron a la fundación Brera de Milán.
En 1991, la Cassa di Risparmio di Macerata y la ciudad de Macerata organizaron una exposición dedicada a Edita Broglio.[13][14]