Duy y Mexicanos fue una provincia del reino de Guatemala, erigida por la Real Audiencia de Guatemala en 1610, durante el reinado de Felipe III, con territorios hasta entonces pertenecientes a la provincia de Costa Rica y que hoy pertenecen en su mayor parte a Panamá, cuya jurisdicción se extendía desde el río Sixaola hasta la isla Escudo de Veraguas. Tuvo como cabecera a la ciudad de Santiago de Talamanca.
El 17 de febrero de 1610, la Real Audiencia de Guatemala nombró como gobernador de la nueva provincia de Duy y Mexicanos a Gonzalo Vázquez de Coronado y Arias Dávila, II adelantado de Costa Rica desde octubre de 1565. Su nombre se debió al valle del Duy, comarca a la que se atribuía gran riqueza mineral, y a la presencia de una comunidad de indígenas de extracción mexica en las vecindades de la desembocadura del Sixaola.[1]
El adelantado de unos 58 años de edad desde la ciudad de Cartago[2] nombró como su teniente de gobernador[2] al maestre de campo Diego de Sojo y Peñaranda[2][3][4] que había sido el fundador de la ciudad de Santiago de Talamanca[3][5] el pasado 10 de octubre[5] de 1605[3][5] y que estaba ejerciendo el cargo de alcalde ordinario de aquella ciudad.[3]
Los abusos y crueldades del teniente de gobernador citado que cometió con los indígenas de las vecindades,[4] llevaron a una sublevación el 29 de julio[1][6] de 1610,[1][3][6] levantándose en contra de él los pueblos ateo,[7] viceita,[7] térrebe[7] y cabécar, encabezados por Guaycorá,[4][8] cacique de Sucaca,[8] y por el usekar o sumo sacerdote de Cabécar[4] llamado Sumamará.[4][8]
La ciudad de Santiago fue sitiada[6] y la población rural, entre los que se encontraban niños, mujeres y hombres, fue totalmente asesinada.[6] Los 120 habitantes urbanos[6] se refugiaron en el fuerte San Ildefonso,[6] que había sido construido por Alonso de Bonilla[6] unos años antes, y la urbe fue finalmente destruida e incendiada.[1][6]
Cuando llegaron los refuerzos se levantó el sitio de la ciudad pero hacia el 12 de septiembre del mismo año, los habitantes temerosos de otra sublevación decidieron abandonarla.[9] Por este hecho quedó extinguida la provincia del Duy y Mexicanos, cuyo territorio jurisdiccional se reincorporó a la provincia de Costa Rica. Dicha ciudad colonial se situaba cerca de la actual localidad costarricense de Bribri.[3]