Con el objetivo de la desconcentración y buscando la participación ciudadana, el municipio de Sevilla se divide en 11 distritos diferentes.[1] Todos ellos están organizados mediante una Junta Municipal de Distrito con su correspondiente delegado, oficinas administrativas y representantes de las asociaciones vecinales de la zona.[2]
El municipio de Sevilla y su división por distritos se rige por el Reglamento Orgánico de las Juntas Municipales de Distritos, que fue acordado por su ayuntamiento durante el pleno del 14 de julio de 2005.[3]
Sevilla tenía en 1900, según el censo demográfico, una población de 148.315 habitantes y en 1991 llegó al máximo de población con 704.857 habitantes, lo que supuso un crecimiento del 478% en ese periodo de tiempo. Este fenómeno de crecimiento poblacional tan desmesurado ocasionó que el planeamiento urbanístico de la ciudad haya sido muy caótico y siempre superado por las necesidades de nuevas viviendas sin poder determinar un modelo cerrado y planificado de ciudad. Como consecuencia de todo ello, la ciudad cuenta con una gran cantidad de barrios muy diferenciados unos de otros. Desde 1991 la población de Sevilla no ha crecido nada, incluso ha bajado, lo que está ocasionando un envejecimiento muy significativo de la población, especialmente en algunos barrios. Esto ha sido consecuencia del precio excesivamente elevado de las viviendas nuevas y la escasez de promociones de viviendas sociales.
Muchos barrios tienen una estructura de funcionamiento como si fuesen una pequeña ciudad inserta en una gran ciudad y sin solución de continuidad de unos con otros. Los resultados electorales que se obtienen en los diferentes barrios indican que hay una gran diferencia sociológica y política de unos barrios con respecto a otros, porque siendo dos partidos políticos mayoritarios en la ciudad PP y PSOE, la distribución de votos de dichos partidos varía muchísimo en unos barrios a otros.
Las infraestructuras que más o menos hay en cada barrio son las siguientes:
Como carencias más significativas de muchos barrios, destacan la escasez de zonas de ocio, zonas verdes, zonas deportivas de uso público, espacios o residencias para las personas mayores y déficit muy acusado de plazas de aparcamiento para residentes hasta el punto que es este asunto una de las mayores quejas que tienen los sevillanos en general respecto de su ciudad.[15]