Se conocen por este nombre dos discontinuidades distintas, una situada entre las dos zonas del núcleo terrestre, y otra en el manto superior.
La discontinuidad de Wiechert-Lehmann-Jeffrys, más conocida como discontinuidad de Lehmann, es el límite entre el núcleo externo líquido y el núcleo interno sólido de la Tierra. Fue descubierto en 1936 por la sismóloga danesa Inge Lehmann al analizar los datos de propagación sísmica y notar una discontinuidad. Se halla a una profundidad media de 5155 km, dato que no se estableció con precisión hasta principios de la década de 1960.[1]
También se llama discontinuidad de Lehmann a una discontinuidad sísmica (las ondas sísmicas procedentes de la corteza en este caso se aceleran cuando la atraviesan) situada en el manto superior, a unos 220 km de profundidad. Su presencia se detecta bajo los continentes pero no bajo los océanos.[2]