Virgin Machine (en alemán: Die Jungfrauenmaschine) es una película dramática de 1988, dirigida por Monika Treut. Es una coproducción realizada por Hyena Films y Norddeutscher Rundfunk.
Die Jungfrauenmaschine | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección | Monika Treut | |
Producción |
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Guion | Monika Treut | |
Fotografía | Elfi Mikesch | |
Montaje | Renate Merck | |
Protagonistas |
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Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Alemania | |
Año | 1988 | |
Género | Drama, romance y cine LGBT | |
Duración | 84 minutos | |
Idioma(s) | ||
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Dorothee Müller es una joven periodista de Hamburgo. Anhela el amor, pero se siente frustrada por sus relaciones con hombres como Heinz y Bruno, y decide desentrañar el secreto del amor romántico de forma profesional, como periodista, entrevistando a personas de diferentes profesiones. Al no encontrar las respuestas que busca, se marcha a San Francisco. Allí conoce a varias mujeres extraordinarias y continúa su búsqueda para descubrir el amor entrevistándolas: Ramona, la drag king; Dominique, una bohemia húngara; y Susie Sexpert, que posee una colección de increíbles consoladores. La exploración de Dorothee la lleva a un viaje de autodescubrimiento y aventura, y a nuevos descubrimientos sobre su propia sexualidad.[1]
La película está rodada en blanco y negro, con estilo punk y estética feminista.[2] El estilo de presentación episódico elegido por Treut y el espíritu anárquico de la película ha hecho que se comparara con clásicos que van desde Sin aliento de Jean-Luc Godard hasta Lina Wertmueller y Susan Seidelman.[3]
La película se estrenó originalmente en 1988, cuando se proyectó en festivales internacionales y fue nominada a un premio Teddy. La película se convirtió en un clásico feminista underground. Fue remasterizada digitalmente y proyectada nuevamente en lugares internacionales como la Berlinale de 2017 y el TLVfest de 2019.[4]
En la reseña de Uncut de la proyección en la Berlinale de 2017 elogia el renovado acceso a la película para una nueva generación de feministas y dice que el tratamiento que Treut da a la sexualidad en Virgin Machine es «abierto, alegre y muy divertido; las mujeres de la película pasan por la vida y no solo son una inspiración para Dorothee Müller, sino para todas las mujeres modernas».[2]