El descenso de Club Atlético River Plate a la Primera B Nacional fue un acontecimiento deportivo ocurrido el día domingo 26 de junio de 2011 en el antes llamado Estadio Monumental de Buenos Aires (Argentina). El equipo «millonario» perdió la categoría luego de la derrota 1-3 (0-2 de ida y 1-1 de vuelta; marcador global 1-3) en la serie por la promoción frente a Belgrano.[2][3]
Descenso de River Plate a la Primera B Nacional | ||
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El Estadio Monumental, lugar donde ocurrió el partido | ||
Equipo de River en la temporada 2010-11. | ||
Localización | ||
País | Argentina | |
Localidad | Estadio Mas Monumental | |
Datos generales | ||
Tipo | Evento histórico | |
Ámbito | Deportivo e institucional | |
Participantes | ||
Histórico | ||
Fecha | Domingo 26 de junio de 2011 | |
Hora | 15:00 | |
Duración | 2 hrs. | |
Desenlace | ||
Heridos | 72 [1] | |
Arrestados | 50 | |
Resultado |
Ida: Belgrano 2 - 0 River Plate Vuelta: River Plate 1 - 1 Belgrano Total: Belgrano 3 - 1 River Plate | |
Durante el partido de vuelta, el público local generó graves incidentes que forzaron la suspensión del partido.[4] Se produjeron enfrentamientos de hinchas con la Policía Federal Argentina generándose 68 heridos. Como consecuencia, el recinto fue suspendido.[5]
River Plate disputó la temporada 2011-12 de la Primera B Nacional regresando a la Primera División el 23 de junio de 2012.[6]
El C. A. River Plate de Buenos Aires (Argentina), fundado en 1901, es uno de los clubes más populares y uno de los «cinco grandes» del fútbol argentino. Es el club con más Campeonatos de Primera División, con mayor cantidad de puntos cosechados y ocupa el puesto 9.º del ranking de la FIFA del siglo XX. Disputa sus partidos en su Estadio Monumental del barrio Bajo Belgrano(Buenos Aires), el recinto con mayor aforo del país y sede de la final de la Copa Mundial de la FIFA 1978. Algunos de sus jugadores históricos fueron Di Stéfano, Amadeo, Labruna y Alonso.
El descenso de 2011 puso fin a 102 años de permanencia ininterrumpida en la Primera División. River se vio obligado a disputar una temporada (2011-12) en la Segunda División.[6]
Los campeonatos oficiales de fútbol del país son organizados por la Asociación del Fútbol Argentino. Los clubes afiliados disputan anualmente los torneos, los que se dividen en categorías o «divisiones», cada una de las cuales determina una jerarquía u orden de importancia del campeonato en disputa. Los torneos establecen un sistema de ascensos y descensos mediante el cual los mejores equipos del campeonato del año en curso obtienen el derecho a participar, en la siguiente temporada, del torneo de jerarquía superior; así como los peores equipos del torneo superior son castigados de modo que el año entrante participen en el campeonato inferior.
Entre 1986 y 2015 la Primera División del fútbol argentino contó con 20 equipos. Entre mediados de 1991 y mediados de 2012, estos 20 equipos se medían en los llamados torneos Apertura y Clausura, es decir jugaban dos campeonatos locales por año: el Apertura (en el segundo semestre del año) y el Clausura (en el primer semestre del año), el cual finaliza en el invierno austral, finalizando la temporada y definiéndose con ella los ascensos y descensos.
El descenso de equipos a la segunda división (B Nacional) se realizaba a través de un sistema de promedios. Al finalizar cada temporada los dos equipos de peor coeficiente en la tabla de los promedios perdían la categoría, mientras que los clubes ubicados en las posiciones 17.ª y 18.ª de dicha tabla jugaban, a dos partidos, la promoción con los dos equipos del Nacional B que seguían en la clasificación a los que obtenían el ascenso directo -desde el ciclo 2007-08, los que ocupaban el tercero y cuarto puesto al final de la temporada-. El coeficiente se obtiene dividiendo los puntos obtenidos por la cantidad de cotejos disputados, en las últimas tres temporadas. El número total de equipos que cambiaban de división entre temporadas fluctuaba, por lo tanto, entre un mínimo de dos y un máximo de cuatro, de acuerdo con los resultados de las dos promociones que se jugaban por año.
Si bien el sistema condena a los planteles que descienden a pagar por las malas campañas de los de temporadas anteriores, hace que un equipo de una categoría solo descienda luego de un largo período con resultados no satisfactorios, neutralizando o morigerando así las crisis pasajeras de los equipos mejor administrados.
Desde la implementación del sistema de promociones para definir un eventual tercer y cuarto descenso a la Primera B Nacional, en la temporada 1999-2000, solo un equipo de los denominados grandes (Racing Club ante Belgrano, en 2008) había tenido que revalidar su lugar en la máxima categoría en esa instancia; hasta que en junio de 2011, River, por primera vez en su historia, disputó y perdió la promoción a manos del mismo club, siendo este hecho uno de los más impactantes a lo largo de la historia del fútbol argentino.
Hasta ese entonces, solamente dos de los cinco grandes habían perdido la categoría. San Lorenzo de Almagro en la temporada 1981 y Racing Club en la temporada 1983. Posteriormente Independiente se sumaría a la lista en la temporada 2012-13.
El 15 de diciembre de 2007, tras un muy flojo Torneo Apertura (en el que terminó 14.vo y perdió con los cuatro equipos recién ascendidos),[7] y habiendo sido previamente comandado por Daniel Passarella, el equipo tuvo como nuevo director técnico a Diego Simeone, que consiguió el campeonato en el Torneo Clausura 2008, tras vencer en la penúltima fecha a Olimpo por 2-1 en el Monumental.
Durante el Torneo Apertura 2008 (temporada 2008-09), el 7 de noviembre, tras un compendio de desastrosas actuaciones a lo largo de ese campeonato, y después de la eliminación de la Copa Sudamericana 2008 a manos del Guadalajara, Simeone anunció que el próximo sería su último partido al frente de River, que terminó 3-3 con Huracán, tras ir perdiendo por 3-0. con esto, Simeone dejó al equipo en la última posición y con solo 9 puntos (1 victoria, 6 empates y 7 derrotas).
Tras este chasco para la institución, asumió como entrenador interino el entonces coordinador de las divisiones inferiores, Gabriel Rodríguez, pero no pudo aportar para corregir la situación. El 13 de diciembre de 2008 quedó último tras el empate 1-1 con Estudiantes de La Plata en el Estadio Ciudad de La Plata.
Esta pésima campaña, considerada sin lugar a dudas como la peor de su historia, afectaría fuertemente la permanencia del club en primera categoría para los próximos años. Esto se debía a que los descensos del fútbol argentino se decidían en base al sistema de promedios, por el cual los clubes que bajan de categoría son los que quedan últimos en la clasificación del descenso; es decir, los que tienen un peor promedio de puntos obtenidos en las últimas tres temporadas (6 campeonatos). Tomando en cuenta las reglas, el paupérrimo torneo del equipo sería un factor determinante en cuanto a los promedios recién para junio de 2011, ya que antes de eso, el promedio de River (calculado sumando las campañas de los últimos 3 años) estaría resguardado por la gran suma conseguida con el Clausura 2008 y torneos anteriores. Así, recién a principios de 2010, se empezaría a tomar conciencia de la gravedad de la situación.
El 4 de diciembre de 2008, fue confirmado Néstor Gorosito para asumir en la dirección técnica del equipo en sustitución oficial de Simeone. Con él, llegaron las incorporaciones de Mariano Barbosa y Cristian Fabbiani, además de concretarse el retorno de Marcelo Gallardo.
El Torneo Clausura 2009 cerró la temporada 2008-09 de la Primera División Argentina. A lo largo del campeonato, el equipo fue decayendo en su nivel futbolístico, evidenciado en la derrota 1-5 con San Lorenzo y 0-4 con Huracán. Adicionalmente, quedaba eliminado en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2009 (por segunda vez desde 2007) y no volvería a participar en este torneo sino hasta 2015.
River terminó en el puesto 8.vo, cosechando 27 puntos en 19 encuentros. En la tabla de descensos, River se colocó como 6.º, con un promedio de 1,561 puntos.
Para enfrentar al Torneo Apertura 2009, y ante la premura del equipo y la preocupación por conseguir resultados positivos, se fichó a Matías Almeyda (luego de estar tres años retirado) y Ariel Ortega (tras concluir su cesión a Independiente Rivadavia). Sin embargo, el equipo no recuperó nivel, terminado con la renuncia de Gorosito tras la derrota ante San Lorenzo en la 7.ª fecha. Todo esto estaba siendo ocasionado por el caos múltiple que se vivía en el plantel en aquellos momentos: la eliminación temprana de la Copa Sudamericana, la falta de refuerzos de jerarquía y la presión de la hinchada por los flojos desempeños del plantel (en especial de Cristian Fabbiani). Recién luego de la 9.ª fecha del campeonato, y con la contratación de Leonardo Astrada como Director Técnico del equipo, por fin se comenzaron a ver signos de mejoras, especialmente en la parte defensiva. River terminaría aquel torneo en el puesto 14 y con 21 puntos de 57 posibles.
El 5 de diciembre de 2009 hubo elecciones para elegir a un nuevo presidente de la institución. Daniel Passarella ganó la elección superando por seis votos al candidato Rodolfo D'Onofrio.[8]
En primera instancia, y por los malos resultados obtenidos en el torneo anterior, River arrancaría el siguiente año muy mal posicionado en la tabla del descenso "imaginaria" para 2011 (ya que todavía faltaban por definirse los descensos del 2010). Ante el crecimiento cada vez más rápido de esta problemática, los medios encendieron las alarmas y todos los ojos empezaron a posarse sobre River; recién entonces, la hinchada empezó a entender lo que podía pasar. A pesar del peligro inminente en el que se encontraba la institución, algunos fanáticos del equipo aún estaban escépticos, pues para ellos, era difícil pensar en la posibilidad de que River descendiera, ya que en más de 100 años de historia, ninguno de los 3 equipos más grandes de Argentina habían descendido jamás (hasta ese momento). Sin embargo, los números decían que el club debía conseguir aproximadamente 30 puntos por campeonato durante los próximos tres para no pelear la promoción.
Por si fuera poco, las herramientas con las que se contaban para afrontar el problema eran escasas, ya que el club se encontraba con una deuda económica exorbitante, primas por patrocinadores cobradas por adelantado y un plantel con jugadores de poco renombre, los cuales a su vez (varios de ellos) tenían sus pases en propiedad de grupos empresarios. Y para terminar de complicar aún más el asunto, los problemas extra futbolísticos de Ortega (que generaron problemas con la dirigencia anterior) y Fabbiani habían empeorado las relaciones con los hinchas, especialmente con la barra brava. Con todo esto, la pésima gestión de Aguilar había dejado al club al borde del precipicio.
El Torneo Clausura 2010, constituyó la segunda parte de la temporada 2009-10 de la Primera División de Argentina. Para el mercado de pases de cara a dicho torneo, Passarella apuntó a satisfacer las necesidades de Astrada, fichando a Rodrigo Rojas, proveniente de Olimpia de Paraguay, Juan Manuel Díaz, exlateral de Estudiantes de La Plata y Alexis Ferrero, jugador de Colón de Santa Fe. Dada la continuación de malos resultados, y luego de la fecha 14, Astrada renunció al equipo y fue relevado por Ángel Cappa. Después del arribo del nuevo entrenador, River volvió a la victoria, venciendo a Godoy Cruz, Vélez Sársfield y Racing en las siguientes fechas del torneo. No obstante, en la última, River cayó goleado estrepitosamente ante Tigre por 1-5 en su estadio. La escuadra millonaria terminó clasificada generalmente como 13º, logrando acumular 22 unidades en 19 cotejos. En la tabla porcentual, River quedó 12º, sumando un promedio de 1,315 puntos.
En el sistema de promedios, ya no se tendría en cuenta el puntaje obtenido en la campaña en la que el equipo había quedado campeón en 2008, por lo que River arrancó la temporada en la última plaza de la tabla porcentual, con un promedio de 1,105 y en zona de descenso directo.
La grave agudización del problema porcentual obligó a traer refuerzos. A la institución llegaron para disputar el Torneo Apertura 2010 jugadores como Juan Pablo Carrizo, Mariano Pavone, Leandro Caruso, Jonatan Maidana, y Adalberto Román, a la vez de salir elementos como Facundo Quiroga, Martín Galmarini y Gustavo Cabral, cuestionados fuertemente por los seguidores.
Durante el Apertura 2010, el equipo tuvo un comienzo auspicioso al exhibir un buen nivel de juego, y aunque tenían algunos problemas en su sistema de defensa, el récord del equipo en ese entonces se mostraba positivo y hasta prometedor, pues indicaba 4 partidos ganados contra 1 igualado y 2 derrotas. Tras una lesión de Almeyda en la 8.ª fecha, el rendimiento del equipo volvió a decaer y Cappa fue despedido, siendo reemplazado de forma interina por Juan José López. Este cambió la táctica, volviéndola más defensiva con una línea de 3 centrales, dos laterales y un doble 5. Así, empezó con una victoria contra Boca Juniors en el Monumental y terminó el campeonato de muy buena manera, consiguiendo en total 13 puntos de 18 en juego (4 victorias, un empate y una derrota). En total, River terminaría el torneo como cuarto y con 31 puntos ganados (8 victorias, 7 empates y 4 derrotas).
River debería disputar el Clausura 2011 con el único objetivo de no descender de categoría. A pesar de esto, Passarella tomó la decisión de ratificar a López como técnico del equipo dado a la confianza que éste se había ganado por parte de los directivos tras cerrar de buena manera el torneo anterior. Esta decisión provocó reclamo por parte de la afición del club, pero éste se hallaba en una situación económica tan difícil que no tuvo más remedio que vender a Ariel Ortega y contratar a como único fichaje a Fabián Bordagaray.
River comenzó el torneo de muy buena manera, incluso llegando a ser puntero del campeonato en la fecha 9. En la fecha 10, igualaron a 0 con Gimnasia de La Plata y se impusieron en la siguiente contra Racing, pero después, se dan 3 resultados negativos de manera consecutiva que sumergen a River en lo anímico. Dos derrotas por marcador de 2 a 0 ante All Boys y Boca Juniors, y un empate a un gol con San Lorenzo, terminaron abatiendo mucho al equipo.
Luego de esto, el equipo cayó en picada. De los últimos 21 puntos disponibles, River solo pudo sumar 4, lo que lo dejó en la novena posición al final del campeonato, recolectando 26 puntos; asimismo, quedaba 17º en la Tabla de Promedios, con un promedio de 1,236, a 0,027 (4 puntos) del último "salvado" que fue Tigre, lo que condenaba al club a jugar la promoción.[9]
Dado que finalizó la temporada 2010-11 en el puesto 17.º de la tabla de promedios (1,236), River se vio obligado a jugar la promoción. Gimnasia y Esgrima La Plata (18.º) y Huracán (19.º) disputaron un partido para definir otro descenso (descendió Huracán) y Quilmes (20.º) descendió inmediatamente. Por su parte, Belgrano había alcanzado esta instancia al quedar 4.º en la Primera B Nacional 2010-11, clasificando a la promoción.
Tal como indica el reglamento, la llave de ida se jugó el día miércoles 22 de junio de 2011 en el Estadio Julio César Villagra. El técnico de River sorprendió al poner a un equipo integrado con muchos juveniles, dejando en el banco a hombres con experiencia como Mariano Pavone, Leandro Caruso y Jonatan Maidana. El partido finalizaría con el tanteador favorable a los locales por 2 a 0. El primer gol fue convertido por el mediocampista César Mansanelli a los 25' de juego; surgió de un penal sancionado por el árbitro Néstor Pitana a causa de que una mano del defensor paraguayo de River Adalberto Román fue juzgada como intencional por el línea Yamil, pues Pitana la había ignorado. El segundo tanto, llegó a los 4' del segundo tiempo, Mansanelli tiró un centro desde la derecha, Luciano Lollo cabeceó y César Pereyra empujó la pelota para poner el 2-0 para el conjunto cordobés. Más de diez hinchas de River, algunos de ellos encapuchados, invadieron el terreno de juego, para increpar y agredir a sus jugadores (uno increpó y empujó a Román y otro le pegó una patada en el botín a Arano) provocando la detención del encuentro por un lapso de 20 minutos. A la situación ya muy complicada en la que había quedado River se le agregó que tres titulares indiscutidos del equipo vieron la quinta amarilla del torneo y no pudieron estar en el partido de vuelta: Almeyda, Román, y Ferrari.
El 26 de junio a las 15:00 hora Argentina se dio comienzo al partido de vuelta en el Estadio Antonio Vespucio Liberti (Monumental) de River Plate. El árbitro de este cotejo fue Sergio Pezzotta, el cual venía de dirigir la final de la Libertadores entre Santos y Peñarol, además de ser el representante arbitral de Argentina en la Copa América 2011.
Cuando apenas habían transcurrido los 3 primeros minutos de juego, César Mansanelli de Belgrano puso transitoriamente a su equipo en ventaja; sin embargo, Pezzotta invalidó el tanto, alegando una posición fuera de juego.[10]
Dos minutos más tarde a esta jugada, llegó el primer gol válido: el delantero riverista Mariano Pavone puso en ventaja a su equipo, poniéndolo a las puertas del empate y la salvación. Debido a que River era el equipo que defendía la plaza de Primera División, corría con una ventaja deportiva que le permitía mantenerse en Primera en caso de empate global.
Con el resultado parcial de 1-0 a favor de River Plate, pero, en desventaja de global, cerró la primera parte del partido.
En la segunda parte del cotejo, las acciones distaron mucho de cambiar, hasta que a los 16 minutos de juego, el mediocampista de Belgrano de Córdoba Guillermo Farré supo capitalizar un error de la defensa del club de Nuñez y tras definir a la carrera, estampó el empate que con el correr del tiempo, terminó por convertirse en el resultado final. A pesar de ello las emociones continuaron, cuando a los 24 minutos del complemento Leandro Caruso fue víctima de una falta en el área (por parte de Cristian Tavio) que en esta oportunidad, el árbitro Pezzotta sancionó con tiro penal. El delantero Pavone, que había tomado la responsabilidad de convertir el penal en gol, terminó perdiendo dicha posibilidad al ser su remate contenido por el arquero Juan Carlos Olave.[11]
A los 89 minutos del partido, la parcialidad local empezó a hacer sentir su descontento, tristeza, impotencia, desesperación e indignación arrojando todo tipo de objetos al campo de juego. Esto provocó que el árbitro de por concluido el cotejo a los 44 minutos del segundo tiempo por "falta de garantías". Luego de ello, el Tribunal de Disciplina dictaminó la derrota en el juego para los Millonarios, con el resultado final de 1 a 0 y que terminó por descender a la institución a la segunda división por primera vez en su historia, poniendo fin a 102 años ininterrumpidos en la máxima categoría del fútbol argentino (desde 1909).
Posteriormente, hubo disturbios dentro y fuera del estadio, los cuales fueron protagonizados nuevamente por miembros de la barra brava Millonaria quienes se enfrentaron con la policía y causaron serios destrozos no solo en las instalaciones del club, sino también en los locales comerciales aledaños al escenario deportivo, dando como resultado un total de 89 personas heridas (35 policías) y 50 arrestadas. Ante la magnitud del asunto, el club debió afrontar la clausura preventiva de su estadio. Al principio, se esperaba que a River le descontaran puntos antes de su debut en la B Nacional pero la sanción sólo se limitó a la clausura del recinto.[12]
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Al ser River uno de los más importantes clubes de fútbol en el plano internacional, su descenso causó una fuerte conmoción en los medios deportivos de todo el mundo.[51] En España, el periódico deportivo As tituló: River consuma su desastre y baja; mientras que el diario Marca tituló: River se va al infierno, de igual modo lo hizo la Gazzetta dello Sport de Italia; y Lance! de Brasil: Tragedia: River desciende a la segunda división de Argentina.[52][53] También en Brasil el diario Folha señaló que: River falla un penal, empata de local y desciende, en la Argentina.[54] El The Telegraph de Inglaterra tituló: River Plate descendió por primera vez en su historia.[55]
El 23 de junio de 2012, 363 días después de consumado el descenso, River concretó el ascenso a Primera División al consagrarse campeón de la Primera B Nacional 2011-12, después de vencer al Club Almirante Brown por 2 a 0, en la última fecha del campeonato.[6]El 5 de agosto de 2012, River nuevamente jugó en el Campeonato de Primera División (2012-13).