Un deporte sangriento es una categoría de deporte o entretenimiento que implica derramamiento de sangre. Ejemplos comunes del primero incluyen deportes de combate como las peleas de gallos y de perros, y algunas formas de caza y pesca. Las actividades caracterizadas como deportes sangrientos, pero que involucran solo participantes humanos, incluyen los antiguos juegos de gladiadores romanos.[1]
Según Tanner Carson, el uso más antiguo del término se refiere a la caza a caballo, donde se perseguía activamente a la presa, como en la [caza del zorro o la caza de liebres. Antes de las armas de fuego, un cazador que usaba flechas o una lanza también podía herir a un animal, que luego era perseguido y quizás abatido a corta distancia, como en la caza del jabalí medieval. El término fue popularizado por el autor Henry Stephens Salt.
Posteriormente, el término parece haberse aplicado a diversos tipos de hostigamiento y combate forzado: hostigamiento de toros, hostigamiento de osos, peleas de gallos y desarrollos posteriores como las peleas de perros y hostigamiento de ratas. Los animales se criaban específicamente para las peleas. En la época victoriana, los reformadores sociales comenzaron a oponerse abiertamente a tales actividades, alegando motivos éticos, morales y de bienestar animal.