Un deporte de combate es un deporte competitivo de contacto donde dos contrincantes luchan uno contra el otro usando ciertas reglas de contacto según la modalidad. El objetivo es ganar la competición usando partes del cuerpo que estén permitidas por las reglas de cada deporte. Las técnicas y tácticas usadas en los deportes de combate pueden ser clasificadas en distintas categorías o énfasis; con el uso de puños, rodillas, piernas, codos. El uso de agarre con vestimenta especial, o uso de ropa deportiva (No Gi).
Algunos deportes de combate (y su origen nacional) incluyen el boxeo (griego-británico), el jiu-jitsu brasileño (japonés-brasileño), el jujutsu (japonés), el judo (japonés), la lucha grecorromana (francesa), el karate (chino-okinawense-japonés), el kickboxing (numerosos orígenes, principalmente del sudeste asiático), el lethwei (birmano), las artes marciales mixtas (numerosos orígenes), el muay thai (tailandés), el sambo (soviético/ruso), la sanda (china), el savate (francés), el taekwondo (coreano), el vale tudo (brasileño) y el pancracio (griego antiguo).
Los estilos tradicionales de lucha libre existen en la mayoría de las culturas; la lucha puede considerarse un universal cultural. Las competiciones de boxeo se remontan a la antigua Sumeria en el tercer milenio a. C. y al antiguo Egipto alrededor del 1350 a. C. Los Juegos Olímpicos antiguos incluían varios deportes relacionados con el combate: hoplitódromo, boxeo, lucha y pancracio, introducido en los Juegos Olímpicos del 648 a. C.
En la antigua China, el deporte de combate surgió bajo la forma de lei tai. Era un deporte de combate sin restricciones que combinaba el boxeo y la lucha libre. Existe evidencia de deportes de combate similares en el antiguo Egipto, la India y Japón.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, los torneos fueron populares. Los torneos eran competiciones que incluían varios simulacros de combate, con las justas como evento principal. Si bien el torneo era popular entre los aristócratas, los deportes de combate se practicaban en todos los estratos sociales. La escuela alemana de artes marciales de finales de la Edad Media distinguía el combate deportivo (schimpf) del combate serio (ernst). En el Renacimiento alemán, las competiciones de combate deportivo se conocían como Fechtschulen, que correspondían al juego de premios en la Inglaterra Tudor. A partir de estos eventos de juego de premios se desarrolló el boxeo inglés (o prizefighting) del siglo XVIII, que evolucionó al boxeo moderno con la introducción de las Reglas del marqués de Queensberry en 1867.
El boxeo amateur ha formado parte de los Juegos Olímpicos modernos desde su introducción en 1904. El boxeo profesional se popularizó en Estados Unidos en la década de 1920 y vivió su época dorada tras la Segunda Guerra Mundial. La lucha libre profesional fue en su día una especie de catch wrestling competitivo, un deporte de combate legítimo a finales del siglo XIX y principios del XX; sin embargo, desde entonces ha evolucionado hacia el teatro atlético.
La creación del jiu-jitsu brasileño se atribuye a la familia Gracie de Brasil en 1925 después de que las artes marciales asiáticas se introdujeran en ese país. El vale tudo, el kickboxing muay thai y la luta livre ganaron popularidad. El muay thai moderno se desarrolló entre las décadas de 1920 y 1930. El sambo se introdujo en la Unión Soviética. El taekwondo moderno también surgió después de la ocupación japonesa de Corea y se convirtió en deporte olímpico en 2000. El sanda, como parte del wushu moderno, se desarrolló en la República Popular China desde la década de 1950. El kickboxing y el karate de contacto total -o full contact- se desarrollaron en la década de 1960 y se popularizaron en Japón durante las décadas de 1980 y 1990. La MMA moderna se desarrolló a partir de las subculturas interconectadas del vale tudo y la lucha libre. Se introdujo en Japón como Shooto en 1985. Las Reglas Unificadas de las Artes Marciales Mixtas se introdujeron en el año 2000, y el deporte alcanzó su máximo auge en la década de 2000. Durante este período, se establecieron múltiples marcas y promociones, siendo la Ultimate Fighting Championship y ONE Championship quienes más destacan en el mercado.
La noción de «deporte de combate» es diferente de la de «arte marcial» y a la de sistema de combate pues, aunque pueden coincidir en varias técnicas y tácticas, son totalmente diferentes en su objetivo.
En efecto, un arte marcial es por definición un «arte de la guerra», una disciplina formativa donde aunque en teoría todo es permitido, busca la formación emocional del individuo, mediante la práctica de diversas técnicas con potencial para hacer daño, su objetivo es la neutralización de un posible enemigo. Ejemplos de estas son: el karate, el ninjutsu o budo taijutsu, el kung fu, el Aikido, el Kendo, el Hapkido, etc.
Un sistema de combate también se dedica al entrenamiento técnico pero con el objetivo específico de acabar con el enemigo. Sin embargo a causa de la peligrosidad potencial de sus técnicas, y la inclusión de las armas de fuego en su entrenamiento, este fin es dejado a los sistemas de combate propios de las fuerzas militares, como el krav magá, el systema, etc.
En contraste, un deporte de combate a menudo posee competiciones (de oposición), y varias normas conductuales y de tiempos, destinadas a garantizar la integridad física de los oponentes; además, siempre hay un árbitro presente, que puede detener el combate. Aunque los deportes de combate se alejan del combate real, su objetivo radica en enfrentarse a un adversario que tiene reacciones imprevisibles dentro de un entorno seguro. Ejemplos de estos son: el boxeo, el taekwondo, el Jiu jitsu brasileño, el judo, la lucha olímpica, la esgrima occidental, el wushu, etc.
Estos tres puntos de vista son fundamentalmente diferentes, pero históricamente vinculados. En los países asiáticos, el aprendizaje de las artes marciales clásicas y tradicionales se efectuaba antes de la aparición de las armas de fuego con el fin de enfrentar al enemigo. El cuerpo y la mente del individuo se transformaban en una verdadera arma de guerra, y sirvieron para oponerse en caso de invasión de otros países o grupos. Así, esta visión de las artes marciales servía para defender la vida durante la época feudal. Pero hoy día las cosas son bien distintas.