Los jamones y paletas Dehesa de Extremadura es una denominación de origen protegida[1] supraautonómica de España creada hace más de 30 años y regulada a través del Decreto 34/90 de 15 de mayo. Los jamones y paletas amparados por la DOP Dehesa de Extremadura son productos cárnicos obtenidos tras someter a las extremidades posteriores y anteriores del cerdo ibérico o sus cruces con el Duroc autorizados por la legislación nacional, garantizando un mínimo de 75 % de raza ibérica, a un proceso de salazón, lavado, post-salado, curado-maduración y envejecimiento.[2]
La elaboración de los jamones de Extremadura requiere un mínimo de 36 meses, llegando en algunos casos hasta los 48. Esto significa que están entre 3 y 4 años en el secadero.
El peso mínimo establecido es de 5,75 Kg para jamones y de 4,00 Kg para paletillas.
Los jamones y paletas DOP Dehesa de Extremadura son productos artesanales, limitados y dependientes de la climatología y la producción anual del ecosistema natural del que proceden.
La zona de producción de la materia prima está constituida por las dehesas a base de encinas y/o alcornoques, presentes en la totalidad de los términos municipales de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
Los 84 municipios que comprenden dicha zona de elaboración y maduración son los siguientes:[3]
La zona de elaboración y maduración coincide en su totalidad con la zona de producción de materia prima, Comunidad Autónoma de Extremadura.
La cría y engorde de los cerdos y la elaboración de los jamones y paletas se realizan de forma obligatoria en Extremadura.
Los jamones y paletas amparados lleván una identificación en la que figura de forma obligatoria la mención D.O.P. «Dehesa de Extremadura» y la categoría a la que pertenece.
Pueden presentarse deshuesados, en lonchas o porciones, siempre y cuando se encuentre envasado y permita conocer su procedencia.