El defensor judicial es aquella persona designada judicialmente para actuar en defensa de los intereses de un menor o una persona con discapacidad cuando no funcionen con normalidad los mecanismos de representación legal o las medidas de apoyo.[1]
Funcionalmente se identifica con el curador, si bien su actuación es de naturaleza transitoria.
Se nombrará un defensor judicial que represente y ampare a los intereses de quienes se hallen en los siguientes supuestos:
El defensor judicial tendrá las atribuciones que le haya concedido el juez, al que deberá rendir cuentas de su gestión una vez concluida.