Una dark ride (traducción literal del inglés: atracción oscura o paseo oscuro)[1] es un tipo de atracción bajo techo en el que los pasajeros —a bordo de vehículos con un recorrido fijo— viajan a través de escenas especialmente iluminadas que normalmente contienen animatrónica, sonido, música y efectos especiales. Apareciendo ya en el siglo XIX, actualmente tales exhibiciones pueden incluir elementos tan diversos como túneles de amor, trenes fantasma, atracciones acuáticas, juegos de disparos, historias de terror o de ficción interactiva.[2]