Danielle Licari (Danielle Cuvillier; Boulogne-sur-Mer, 30 de noviembre de 1936[1]) es una cantante popular francesa retirada. Famosa en las décadas de los años 60 y 70, usaba su voz como un instrumento, prácticamente sin letras, lo que le dio gran popularidad en Sud América y Asia aparte de Francia y Alemania.
Danielle Licari | ||
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![]() Danielle Licari (s/f) | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Danielle Cuvillier[1] | |
Nacimiento |
30 de noviembre de 1936[1] Boulogne-sur-Mer (Pas-de-Calais), Francia | |
Nacionalidad | francesa | |
Información profesional | ||
Ocupación | cantante | |
Años activa | 1960-1980 | |
Conocida por |
Los paraguas de Cherburgo (Jacques Damy, 1964) (doblaje de Catherine Deneuve) disco Concierto para una voz (Saint-Preux, 1969, Disc'AZ) | |
Empleador |
Barclay Disques Adès Philips | |
Género | chanson | |
Instrumento | voz | |
Discográfica | Barclay Records | |
Cantó con Paul Mauriat y Charles Aznavour y dobló a Catherine Deneuve en Los paraguas de Cherburgo en 1964.
Su disco Concierto para una voz (composición de Saint-Preux, 1969, Disc'AZ) vendió 15 millones de copias.[2]
Danielle Licari nació el 30 de noviembre de 1936[1] en Boulogne sur Mer, un poblado en la costa norte de Francia (la cual fue severamente bombardeado en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial). Su padre era conductor de una orquesta sinfónica y fue quien comenzó a entrenarla musicalmente a a los cinco años de edad. A los 12, ingresó al Coro de la Estación de Radio Nacional de Francia y posteriormente ingresó en la Escuela de Música de Boulogne sur Mer. De acuerdo con su biografía, publicada en su álbum Danielle Licari Alive from Japan 1975,, a ella no le gustaba la rigidez del mundo de la música clásica, por lo que decidió no convertirse en una cantante de ópera. Por tanto, viajó a París, donde fundó un trío llamado “Les Valentines”.
Posteriormente sucedería uno de los eventos más importantes en su carrera. A los 21 años, participó en una película francesa que se convertiría en un gran clásico francés: Los paraguas de Cherburgo (1964), un musical donde todas las escenas son cantadas, incluso los diálogos más simples. El compositor Michael Legrand, autor de la música, la eligió por la dulzura de su voz, que refleja perfectamente la inocencia y juventud de Geneviève Emery, el personaje ficticio de la película. El doblaje se debió a que la actriz Catherine Deneuve carece de aptitudes musicales. De acuerdo con otro biógrafo de Danielle, gran parte del éxito de la película se debió a sus “distinguidos servicios" (habilidades musicales). Con esta colaboración con el renombrado compositor Legrand, Lucario entró en la escena musical internacional por primera vez. La película recibió varias nominaciones al Oscar, sin conseguir obtener el famoso premio.
Poco después, fue invitada por el importante productor Frances Jacques Denjean a integrar un nuevo grupo musical con un concepto original para la época, dicho grupo pretendía ser el primero formado por tres mujeres anglosajonas, interpretando música afroamericana en estilo R&B. El grupo se llamó “Les Fizz”, Danielle era la cantante principal, las otras integrantes eran Jackie Castan y Nadine Doukhan. Durante esta época, Danielle fue vocalista de los más importantes cantantes franceses del momento. El grupo sacó dos álbumes de estudio antes de desintegrarse. Danielle estaba cerca de descubrir su esencia de artista.
En 1969 conoce a Saint Preux mientras realizaba una grabación en un estudio. En ese momento el joven compositor, de apenas 19 años, escucha las vocalizaciones de Danielle y le pide cantar una pieza que se iba a grabar, originalmente escrita para trompeta. Ella acepta y el compositor prefiere la voz que la trompeta. La pieza se graba e instantáneamente la grabación se vuelve un fenómeno musical. El disco Concerto pour une voix se vendía por millones desde su nativa Francia, cruzando océanos y extendiéndose hacia oriente, donde se le nombraría la reina absoluta del scat.[cita requerida] El compositor escribiría otras obras exclusivamente para ella. Cabe mencionar que el “Concierto para una sola voz” alcanzó en su máximo momento el puesto #1 como canción más escuchada en la radio francesa y el “sencillo” #13 más importante de Francia (el número 12 fue “Let it be”, de los Beatles). Era la primera vez en la historia de la música francesa en que una pieza de esta naturaleza (solamente vocalizada, sin utilizar palabras) se colocaba en las primeras listas de popularidad de la radio de aquel país.
La carrera de Danielle Licari continuó exitosamente durante los años 70 viajando a diversas partes del mundo para dar conciertos y entrevistas. Notablemente es en Japón donde deja una fuerte marca en la cultura. Danielle llevó al Japón el estilo de vocalización que culmina en el empleo de esta técnica en muchas de las series televisivas, animes y películas. Muchos animes lo usan en escenas que expresan tristeza, soledad, etcétera. Es notable su uso en animes de los años 80 como Sailor Moon, Caballeros del Zodiaco y otros.
En la década de los 80 se retiró de los escenarios y, debido a su gran notoriedad como figura musical francesa, fue invitada por el gobierno francés para instruir a las nuevas generaciones de cantantes de música pop, en la primera institución de este tipo en Francia. Durante este tiempo graba dos álbumes, y una versión cantada del tema de la película El profesional, compuesta por Ennio Morricone. Cabe mencionar que esta grabación muestra un estilo romántico que no había sido escuchado en trabajos de Licari desde Los paraguas de Cherburgo en 1964.
Su voz fue famosa en los años 60 y 70, con una emergente ola de nuevos seguidores en la actualidad gracias a sus grabaciones encontradas en sitios como YouTube. Sin embargo, Danielle Licari, como persona y artista, ha preferido la privacidad, y ha quedado envuelta en un haz de misterio. Con brillantes ojos azules, rubia cabellera y 1.70 metros de altura, Danielle ha cautivado a América y Asia principalmente. Ha sido una artista revolucionaria, logrando una pureza estilística que la califica como artista internacional de primer nivel, contando con una asombrosa técnica de canto que compite con una cantante de ópera. Su revolucionaria forma de cantar tiene su sello personal, vocalizaciones que a veces abarcan un rango de más de tres octavas, trinos y glissandos de perfecta ejecución, y una increíble capacidad de alcanzar los supertonos (whistle tones) incluso en presentaciones en vivo (una técnica sumamente peligrosa que puede poner en riesgo la carrera de un cantante profesional). Su canto característico se asocia con frecuencia con términos como angelical, dulce, poético y lírico. Pese a haber cautivado y encantado generaciones, ha permanecido en misterio y ha desaparecido del mundo de la música que tanto la adora.[cita requerida]
En el año 2014 se liberó un disco en formato digital, llamado Gold, el cual consta de 13 pistas. Se trata de un recopilatorio con los más grandes éxitos de la época, remasterizados.