Daniela Ortiz de Zevallos Pastor (Cuzco, 1985) es una pintora, artista visual y activista peruana.[1][2]
Daniela Ortiz | ||
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Daniela Ortiz en 2015 | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Daniela Ortiz de Zevallos Pastor | |
Nacimiento |
1985 Cuzco (Perú) | |
Nacionalidad | Peruana | |
Ciudadanía | Española | |
Educación | ||
Educación | Colegio Anglo Americano Prescott | |
Educada en | Pontificia Universidad Católica del Perú | |
Información profesional | ||
Ocupación | Artista visual y Pintora | |
Empleador | Escuela de Bellas Artes de Barcelona (hasta 2010) | |
Su trabajo gira en torno a las ideas de inmigración, nacionalidad, trabajo, diferencias entre clases sociales y cuestiones de género. Ha exhibido sus proyectos en festivales y exposiciones, individuales o colectivas, celebradas tanto en espacios de España como en Perú o Los Ángeles. También ha destacado por sus trabajos defendiendo la retirada de los monumentos coloniales del espacio público razón por la que ha sido entrevistada en diferentes medios de comunicación.[3]
Se formó como artista en la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona[4] y estudió pintura con Claudia Cuzzi. Durante el año 2007 trabajó como asistente de la artista Olga Engelmann en Lima.
Ha participado en seminarios, talleres y clases magistrales con Paul B. Preciado, Rogelio López Cuenca, Santiago Sierra, Rirkrit Tiravanija, Martí Peran, Josep María Martí, Raimond Chaves, Alberto López Bargados, Yoshua Okón, Natalia Iguiñiz y Marcelo Expósito.[5]
También ha colaborado en proyectos de otros artistas, como por ejemplo con Cecilia Podestá o Guillermo Castrillón, ambas colaboraciones en 2005.[6]
A través de su trabajo Daniela pretende generar narraciones visuales donde los conceptos de nacionalidad, racialización, clase social y género son entendidos de manera crítica para analizar el poder colonial, capitalista y patriarcal.[7]
Sus proyectos e investigaciones recientes abordan el sistema de control migratorio europeo, su vínculo con el colonialismo y los mecanismos legales creados por las instituciones europeas para poder ejercer violencia contra las poblaciones migrantes y racializadas. A su vez ha desarrollado diversos proyectos sobre la clase alta peruana y su relación de explotación con las trabajadoras domésticas. Recientemente su hacer artístico ha vuelto a centrarse en lo visual y manual haciendo trabajos en cerámica, collage, dibujo y formatos tales como libros para niños con la intención de alejarse de las estéticas conceptuales eurocéntricas.[8]
Daniela residió en Barcelona hasta julio de 2020 cuando tuvo que regresar a Perú huyendo de una campaña xenófoba en su contra y tras recibir amenazas de ataques físicos y la petición de retirada de custodia de su hijo.[9]
Daniela ya había sido blanco de ataques por sus publicaciones en redes sociales por sus críticas al colonialismo español y su relación con el racismo y las leyes migratorias en España. El 16 de junio de 2020 en el contexto global de Black Lives Matter y las acciones por la destrucción de los símbolos coloniales en los espacios públicos dio unas declaraciones en el programa Espejo Público.[10] Sus declaraciones llevaron a un aumento exponencial de la violencia contra ella teniendo que recurrir a la ONG Front Lines Defenders que la ayudaron en su proceso de salida de España.[1]