El curso legal o moneda de curso legal es la forma de dinero que los tribunales de justicia están obligados a reconocer como medio válido para el pago de deudas monetarias.[1]
Cada jurisdicción define qué constituye moneda de curso legal, aunque en términos generales se considera como tal a cualquier medio de pago que, al ser ofrecido de forma legítima para saldar una obligación, tiene la capacidad de extinguir la deuda. Si bien un acreedor puede negarse a aceptar dicho pago, la oferta de cancelación mediante moneda de curso legal se reconoce jurídicamente como cumplimiento de la obligación.
Algunas jurisdicciones permiten que el derecho contractual anule la condición de moneda de curso legal, permitiendo (por ejemplo) a los comerciantes especificar que no aceptarán pagos en efectivo.[2] En muchos países, las monedas y los billetes se consideran de curso legal, pero los cheques personales, las tarjetas de crédito y otros métodos de pago similares no suelen serlo.
El término «moneda de curso legal» procede del francés medio tendre (forma verbal), que significa ofrecer.[3] La raíz latina es tendere (extender), y el sentido de tender como oferta está relacionado con la etimología de la palabra inglesa "extend» (extender hacia fuera).[3]
La desmonetización es el acto de despojar a una unidad monetaria de su condición de moneda de curso legal. Se produce siempre que hay un cambio de moneda nacional: La forma o formas actuales de dinero se retiran de la circulación y se jubilan, a menudo para ser sustituidas por nuevos billetes o monedas. A veces, un país sustituye completamente la moneda antigua por una nueva. Lo contrario de la desmonetización es la remonetización, en la que una forma de pago vuelve a tener curso legal. Las monedas y los billetes pueden dejar de tener curso legal si los sustituyen nuevos billetes de la misma moneda o si se introduce una nueva moneda que sustituye a la anterior.[4]
Los billetes y monedas pueden retirarse de la circulación, pero siguen siendo de curso legal. Por ejemplo, los billetes de Estados Unidos emitidos en cualquier fecha siguen siendo de curso legal incluso después de haber sido retirados de la circulación.[5] Los billetes canadienses de 1 y 2 dólares siguen siendo de curso legal aunque hayan sido retirados y sustituidos por monedas, pero los billetes canadienses de 1000 dólares siguen siendo de curso legal aunque sean retirados de la circulación al llegar a un banco.[6] Sin embargo, los billetes del Banco de Inglaterra que se retiran de la circulación generalmente dejan de tener curso legal, pero siguen siendo canjeables por moneda corriente en el propio Banco de Inglaterra o por correo.[7]
Una sociedad sin dinero en efectivo describe un estado económico en el que las transacciones financieras no se realizan con dinero en forma de billetes o monedas. Han existido sociedades sin efectivo, basadas en el trueque y otros métodos de intercambio. En el uso moderno, el término suele referirse a las transacciones financieras realizadas mediante la transferencia de información digital (normalmente una representación electrónica del dinero) entre las partes que realizan la transacción.[8]
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