Es conocido como culto a la personalidad (también culto a la persona) a la adoración y adulación excesiva a un caudillo o líder carismático, especialmente cuando se trata de un jefe de Estado.[1][2]
El culto a la personalidad (como concepto influido por Nikita Jrushchov en su discurso del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en el año 1956) es una elevación a dimensiones casi religiosas o sagradas de figuras de líderes carismáticos en la sociedad o la política. En los regímenes totalitarios es a menudo una forma de culto a la persona del líder supremo.
Según el Diccionario soviético de filosofía:
Ciega inclinación ante la autoridad de algún personaje, ponderación excesiva de sus méritos reales, conversión del nombre de una personalidad histórica en un fetiche. La base teórica del culto a la personalidad radica en la concepción idealista de la historia, según la cual el curso de esta última no es determinado por la acción de las masas del pueblo, sino por los deseos y la voluntad de los grandes hombres (caudillos militares, héroes, ideólogos destacados, etc). Es propio de diversas escuelas idealistas atribuir un valor absoluto al papel de las personalidades eminentes de la historia (Voluntarismo, Carlyle, Jóvenes hegelianos, Populismo). El marxismo examina el papel de la personalidad, del dirigente, en estrecho vínculo con el curso objetivo de la lucha de clases, con la actividad histórica de las masas del pueblo. Ni siquiera la experiencia del más genial de los dirigentes puede sustituir la experiencia colectiva de millones de personas. El culto a la personalidad es profundamente adverso al marxismo-leninismo, que por su propia naturaleza, es la ideología de las inmensas masas trabajadoras, con cuyas manos se transforma la sociedad capitalista en comunista. De ahí que el P.C.U.S. desenmascare con tanta intransigencia el culto a la personalidad imperante en vida de Stalin, que ocasionó graves daños a la teoría y la práctica del socialismo. Aunque el culto a la personalidad de Stalin no pudo cambiar la naturaleza del socialismo, constituyó un lastre serio para el desenvolvimiento de la sociedad soviética. La lucha del P.C.U.S. y su Comité Central contra el culto a la personalidad de Stalin y sus consecuencias, ha establecido las condiciones para dar nueva vigencia a las normas de la vida del Partido y del Estado soviético y desarrollarlas, para el ulterior avance de la democracia socialista. El Partido Comunista se guía por la idea de que la teoría y la práctica del culto a la personalidad obstaculizan la justa educación de las masas, frenan el crecimiento de su iniciativa, debilitan en cada individuo el sentido de responsabilidad por la causa común (la revolución socialista, la construcción del comunismo), influye negativamente en el desarrollo de la ideología comunista. En la práctica, el culto a la personalidad socava los principios democráticos de los partidos comunistas y de la sociedad socialista. Sólo podrá asegurarse el éxito de la lucha contra el culto a la personalidad, tanto en la sociedad socialista como en los Partidos comunistas, si se desarrollan por todos los medios la democracia, los Principios leninistas de la construcción del Estado y del Partido.[3]
A diferencia de la propaganda, cuyo objetivo es diseminar la ideología del régimen, el propósito del culto a la personalidad es reforzar la posición política del líder. El mensaje detrás del culto del personalidad es «En este régimen la única persona que importa soy yo».[4] Como ejemplo en República Dominicana bajo el régimen de Rafael Leónidas Trujillo, donde puentes y edificios públicos fueron nombrados en su honor, en las matrículas vehiculares se incluyó el lema «¡Viva Trujillo!». El lema «Dios y Trujillo» pasó a ser señal eléctrica de uso propagandístico en Ciudad Trujillo.[5]
No solo las dictaduras, sino también gobiernos presidencialistas electos en elecciones democráticas también puede rendir culto a la personalidad.[6] El culto a la personalidad y la emergencia de una personalidad autocrática no es un accidente de la historia, sino que es la emergencia de un fenómeno sistemático que puede estudiarse. Los líderes autocráticos han sido descritos como «personalistas» por Geddes (1999), «patrimoniales» por Zolberg (1966), «neopatrimoniales» por Snyder (1992) y «sultanismo» por Linz y Chehabi (1998).[7] Heydar Aliyev, presidente de Azerbaiyán, dio relevancia al culto a la personalidad, ordenando cambiar los nombres de los meses o Saparmyrat Nyýazow, presidente de Turkmenistán, quien se hizo construir en las afueras de Ashjabad junto a la gran mezquita, donde las citas del presidente están en lugar más relevante que las citas del Corán, en 1999 se hizo elegir presidente de por vida. Bajo su mandato se construyeron las estatuas en su honor por todo el país.[8][9] En Argentina la dictadura militar que siguió al derrocamiento de Juan Domingo Perón desarmó el culto a la personalidad de Perón y de Eva Perón.[10]
En los países donde el poder ejecutivo lo ejerce un presidente, el jefe de Estado no puede convertirse en autócrata ni se puede derivar en un culto a la personalidad mientras que las instituciones que conforman el Estado de Derecho ejerzan el contrapeso necesario que balancee un ordenamiento jurídico riguroso, (Serrafero, 1997), pero cuando se fractura la independencia y el equilibrio entre los poderes públicos del estado aparece el gobierno personalista.[6][11]
En otros casos fue utilizada como justificación para cometer delitos o usurpar el poder el «Derecho Divino», Francisco Franco creía que era un enviado de Dios en la tierra[12] y se adjudicó el título de «Caudillo de España por la gracia de Dios».[13]
El término fue acuñado y descrito en 1956 por el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética Nikita Jrushchov en un discurso denunciando a Iósif Stalin en el XX Congreso del Partido.[14] Por tratarse de un concepto en un marco histórico y político muy concreto, es impreciso describir con él, fenómenos antiguos como el culto al faraón egipcio o el culto estatal al César en el Imperio romano (46 a. C.), si bien podemos señalar en la misma dinámica tipificada por Iósif Stalin, tales como la Alemania nazi con Adolf Hitler.[15] También en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet, se colocaron placas y calles en sus respectivos nombres.[16] o Muamar Gadafi que tuvo un ascenso con golpe de Estado, autor de una ideología propia (el Libro verde) impuso un culto a su personalidad.[17]
De todas formas, es desde entonces usado en muchas ocasiones de forma acusatoria o peyorativa a un líder o mandatario que comparte algunas de sus características.
El mandatario se otorga a sí mismo títulos y honores como «El Benemérito», «El Excelentísimo», «El Generalísimo», «El Honorable», «Benefactor de la Nación», «El Restaurador de la Independencia» o «El Supremo». Además se le describe como poseedor de poderes sobrehumanos. El clima variaba según el estado de ánimo de Kim Il-sung y Mao Zedong nadaba cuatro veces más rápido que el que poseía el récord mundial.[7][18]
Idi Amin, de Uganda, se hacía llamar «señor de todas las bestias de la tierra, de los peces del mar y Conquistador del Imperio británico».[19]
A veces los restos del líder son embalsamados, como ocurrió con Lenin, (en realidad este último, no practicaba el culto al líder, sino que fue Stalin, quien lo promovió, en pos de mejorar su posición política propia) Iósif Stalin, Sun Yat-sen, Hồ Chí Minh, Mao Zedong, Kim Il-sung y Kim Jong-il, para continuar su veneración en las generaciones futuras.[20]
El líder representa a un dios, o genera un culto hacia su persona:
«No es a mí a quien el pueblo venera, sino, a través de mí, a Alá y a sus imanes.» Ruhollah Jomeini.[21]
Según el psicólogo Gustav Bychowski, los rasgos de personalidad de políticos autoritarios están influenciados por factores psicológicos colectivos que favorecen el ascenso de la dictadura. La obediencia y la sumisión ciegas a una autoridad autodesignada son posibles únicamente cuando el pueblo se siente debilitado por su propio yo y renuncia a la crítica y a la independencia conquistadas previamente. Ese debilitamiento puede manifestarse bajo el influjo de la ansiedad, el temor y la inseguridad. En tales circunstancias, el yo colectivo, jaqueado por su sentimiento de impotencia, regresa a una etapa más infantil y busca ansiosamente ayuda, apoyo y salvación. Así, el grupo confía en este individuo y lo venera.[17][28]
En Corea del Norte, el culto a la personalidad rodea a la familia regente, la familia Kim,[29] la cual ha existido en Corea del Norte por décadas y se puede encontrar en muchos ejemplos de la cultura del país. A pesar de que no son reconocidos oficialmente por el gobierno norcoreano, muchos desertores y visitantes occidentales afirman que a menudo hay duras penas para quienes critican o no muestran el respeto "apropiado" al régimen.[30][31] El culto a la personalidad comenzó poco después de que Kim Il-sung asumiera el poder en 1948, y se expandió mucho después de su muerte en 1994.
En España durante el franquismo coincidió con la creencia de Francisco Franco de haber sido elegido para salvar a España de peligros, se impuso una exaltación de su persona, usando apodos como «Caudillo»; «Generalísimo» (aunque su rango fuera de general, todos debían dirigirse a Franco como Generalísimo); «Salvador de España»; «la espada más limpia de Europa»; «el centinela de Occidente».[32] Francisco Franco creía que era un enviado de Dios en la tierra[12] y se adjudicó el título de «Caudillo de España por la Gracia de Dios».[13]
En Taiwán durante la dictadura anticomunista de Chiang Kai-shek, miles de personas consideradas hostiles al gobierno fueron torturadas y asesinadas.[33] Inaugurándose un período de culto hacia su régimen. En 2017 más de 200 estatuas de Chiang Kai-shek, fueron retiradas de los colegios y de los edificios oficiales de la isla.[33]
Un caso extremo relativamente reciente del culto a la personalidad es el de Saparmyrat Nyýazow en Turkmenistán, donde los meses del año fueron cambiados para honrar al «líder de todos los turcomanos». Este presidente construyó un palacio de hielo en el desierto, prohibió el ballet, el maquillaje, los dientes de oro y sustituyó la palabra pan por el nombre de su madre.[19] Aunque algunos casos son más aceptados que otros, generalmente la acusación de profesar el culto a la personalidad es peyorativa y proveniente de fuerzas opositoras. A la terminación de dictadura por regla general se revierten las designaciones, imágenes y estatuas públicas son retiradas, además todos los libros y obras de arte.
El sucesor de Saparmyrat Nyýazow, Gurbanguly Berdimuhamedow, tomó medidas para reducir el extenso culto a la personalidad en torno a Nyýazow. Ordenó poner fin a los desfiles elaborados con música y baile que anteriormente debían realizarse para dar la bienvenida al Presidente cuando llegaba a cualquier lugar, y dijo que la parte del "juramento sagrado de los turcomanos" que habla de que la lengua de quien hable mal de Turkmenistán o su Presidente debe marchitarse, no debe recitarse varias veces al día, pero se lo reservó para "ocasiones especiales".[34] También renunció a su derecho a cambiar el nombre de puntos de interés, instituciones o ciudades, ampliamente utilizado por Nyýazow para aumentar el culto a su persona.[35] Restauró el nombre de los meses del año por los anteriores del calendario tradicional, y los días de la semana, que Nyýazow había cambiado por nombres relacionados con su persona, su libro y su madre,[36] y anunció planes para retirar o trasladar las numerosas estatuas de oro de su predecesor de la plaza central de Asjabad.[37] Sin embargo, en 2015 una estatua de oro gigante de Berdimujamédov montado en un caballo sobre un acantilado de mármol blanco fue erigida en el mismo punto.[38] En 2008, despidió a Akmyrat Rejepow, el jefe de seguridad del Presidente y su predecesor desde hacía muchos años y uno de los principales defensores del culto a la personalidad de Nyýazow.[39]
En Rusia, una encuesta del Centro Levada, llevada a cabo en octubre de 2011, mostró que el 25 % de los encuestados consideraban que en el país existía el culto a la personalidad de Vladímir Putin, mientras otro 30 % opinaba que existían indicios de su desarrollo.[40] Tras la victoria de Putin en las elecciones presidenciales de Rusia de 2018, Margarita Simonián, directora del canal de televisión estatal ruso RT, afirmaba acerca de Putin: «Antes era nuestro presidente; ahora será nuestro caudillo» (en ruso, вождь «vozhd»).[41][42]
Putin ha cultivado un culto a la personalidad para sí mismo con una imagen pública de tipo rudo, deportista y amante de la naturaleza, demostrando su destreza física y participando en actos inusuales o peligrosos, como deportes extremos e interacción con animales salvajes,[43] parte de un público enfoque de relaciones que, según Wired, "cultiva deliberadamente la imagen de superhéroe machista que se hace cargo".[44] En 2007, el tabloide Komsomólskaya Pravda publicó una enorme fotografía de Putin sin camisa de vacaciones en las montañas de Siberia bajo el título "Sé como Putin".[45]
Numerosos kremlinólogos han acusado a Putin de intentar crear un culto a la personalidad a su alrededor, acusación que el Kremlin ha negado.[46] Algunas de las actividades de Putin han sido criticadas por ser puestas en escena;[47][48] fuera de Rusia, su imagen de macho ha sido objeto de parodia.[49][50][51] Se cree que Putin es consciente de su estatura, que los expertos del Kremlin han estimado entre 155 y 165 centímetros (5 pies 1 pulgada y 5 pies 5 pulgadas) de longitud, pero generalmente se da en 170 centímetros (5 pies 7 pulgadas).[52][53]
Hay muchas canciones sobre Putin,[54] y el nombre y la imagen de Putin se utilizan ampliamente en la publicidad y la marca de productos.[44] Entre los productos de la marca Putin se encuentran el vodka Putinka, la marca PuTin de alimentos enlatados, el caviar Gorbusha Putina y una colección de camisetas con su imagen.[55] En 2015, su asesor Mijaíl Lesin fue encontrado muerto luego de “días de consumo excesivo de alcohol”, aunque luego se dictaminó que su muerte fue resultado de un accidente.[56]
En Venezuela existen teorías de que se ha creado un culto a la personalidad alrededor del fallecido presidente Hugo Chávez, en el que sus seguidores lo veneran.[57] Durante su vida, Chávez logró un amplio soporte debido en parte a su carisma y al uso de fondos provenientes del petróleo en ayuda a los pobres.[58] Desde su muerte, sus seguidores, conocidos como chavistas, frecuentemente hablan de su muerte como una "transición hacia la inmortalidad", generalmente dando a Chávez el nombre de "comandante eterno".[59][60] Entre sus seguidores, Chávez ha sido comparado con figuras santas, especialmente por su sucesor Nicolás Maduro.[61][62][63][64][65]
Sin embargo, adeptos al chavismo rechazan que haya un culto a su personalidad, afirmando que es más bien una continuación de sus idearios políticos y que lo toman más como un modelo a seguir que como a una figura venerable, citando incluso el rechazo del mismo Hugo Chávez a un concepto semejante. Debido a esto, el concepto de que haya un culto a su personalidad en Venezuela es frecuentemente debatido.
La tendencia ha ido en notable disminución desde alrededor de 2020, cuándo las imágenes de Hugo Chávez en Venezuela comenzaron a ser removidas por el Estado y alusiones a su gestión dejan de ser recurrentes en la propaganda gubernamental, con miembros del llamado "chavismo crítico" (rama chavista opositora al Gobierno) afirmando que se trataría de un cambio de estrategia, un cambio hacia el neoliberalismo, un intento de "destrucción del legado de Chávez" y un reflejo de cómo Nicolás Maduro se ha alejado del socialismo y el "chavismo originario".[66][67]
Las tendencias del culto a la personalidad durante los últimos años por parte del Estado venezolano se han tornado últimamente en la imagen del actual regidor, Nicolás Maduro, desde propaganda política en televisión, beneficios sociales por parte del Estado, hasta donativos de juguetes para niños de Súper Bigote, superhéroe ficticio basado en dicho mandatario el cual lucha contra figuras de la oposición al chavismo, personajes relacionados a Estados Unidos y al capitalismo, o también personas reales como Elon Musk.[68][69]