Se llama cuerpo romo a un objeto o cuerpo cuyas facetas o vértices tienen una terminación obtusa.
Generalmente, las terminaciones «romas» se utilizan para conservar la elegancia y para el uso de objetos punzocortantes con mayor seguridad; por ejemplo, el uso de tijeras por parte de niños de guardería, kínder o primaria.
En la industria, los cuerpos romos ayudan al desgaste menor de algunas máquinas debido a que, al no ser filosa una esquina (o borde), esta encaja de manera más uniforme y no raspa por el filo.
Los cuerpos romos solamente tienen algunos inconvenientes, como la precisión con la que sus ángulos deben estar hechos y, en caso de que estos tengan que encajar en un sitio, su formación tiene que ser precisa para que encajen bien, ya que, en el caso de tener un mayor o menor tamaño, a este le sobra espacio y es difícil alinear o queda muy despegado del lugar de encaje.