En veterinaria, un cuello isabelino o collar isabelino es una protección de forma troncocónica, generalmente de plástico, que se ajusta en el cuello de un animal para impedir que el animal pueda retirarse los vendajes o lamerse el cuerpo e infectarse así zonas heridas o sensibles.[1] Su nombre procede de las grandes gorgueras típicas de la época de Isabel I de Inglaterra, popularizadas por los cuadros de la época.
En español, esta acepción de cuello no está recogida en la actualización 2018 de la edición digital del Diccionario de la lengua española,[2] pero su uso es frecuente en obras veterinarias.