Conferencia de paz de Staten Island

Summary

La Conferencia de paz de Staten Island fue una breve e informal reunión diplomática celebrada entre representantes de la Corona británica y sus colonias norteamericanas rebeldes con el objetivo de poner fin rápidamente a la naciente revolución de las trece colonias. La conferencia tuvo lugar el 11 de septiembre de 1776, pocos días después de la captura británica de Long Island y menos de tres meses después de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. La reunión se llevó a cabo en Billop Manor, residencia del coronel lealista Christopher Billop, en Staten Island, Nueva York. Participaron en ella el almirante británico Lord Richard Howe y los delegados del Segundo Congreso Continental John Adams, Benjamin Franklin y Edward Rutledge.

Grabado realizado por Alonzo Chappel que representa la conferencia.

Al asumir el mando de las fuerzas terrestres británicas en las colonias, Lord Howe había solicitado autoridad para intentar resolver el conflicto por medios pacíficos. Sin embargo, sus facultades de negociación eran deliberadamente muy limitadas, lo que dejó a la delegación congresional pesimista respecto a una resolución inmediata. Los estadounidenses insistieron en el reconocimiento de su independencia recién declarada, algo que Howe no estaba autorizado a conceder. Tras apenas tres horas de conversaciones, los delegados se retiraron y los británicos reanudaron su campaña militar para controlar la ciudad de Nueva York.

Antecedentes

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El almirante Lord Richard Howe propuso la conferencia y representó a los británicos.

Cuando las autoridades británicas planificaban cómo enfrentar a sus colonias norteamericanas rebeldes a finales de 1775 y comienzos de 1776, decidieron enviar una gran expedición militar para ocupar la ciudad de Nueva York. Dos hermanos, el almirante Lord Richard Howe y el general William Howe, recibieron respectivamente el mando de las operaciones navales y terrestres. Como consideraban que aún podía ser posible poner fin a la disputa sin más violencia, los hermanos Howe insistieron en que se les otorgaran facultades diplomáticas además de sus responsabilidades militares.[1]

El almirante Howe había discutido previamente, de manera informal, las quejas coloniales con Benjamin Franklin en 1774 y 1775, sin llegar a una resolución. El general Howe, por su parte, creía que el problema de la tributación colonial podía resolverse manteniendo la supremacía del Parlamento.[2]

Al principio, el rey Jorge III accedió a regañadientes a otorgar a los hermanos Howe poderes limitados, pero Lord George Germain adoptó una postura más rígida al insistir en que no se les concediera ninguna facultad que pudiera interpretarse como una cesión a las exigencias coloniales de alivio frente a la tributación sin representación o a los llamados Leyes Intolerables. En consecuencia, a los Howe se les autorizó únicamente a expedir indultos y amnistías, sin realizar concesiones sustantivas.[1]​ Asimismo, los comisionados recibieron el mandato de procurar la disolución del Congreso Continental, la restauración de las asambleas coloniales previas a la guerra, la aceptación de los términos de la Resolución Conciliatoria de lord North respecto a la autotributación, y el compromiso de un debate ulterior sobre los agravios coloniales. No se permitirían concesiones mientras continuaran las hostilidades y hasta que las asambleas coloniales reconocieran expresamente la supremacía parlamentaria.[3]

 
Benjamin Franklin y Lord Howe ya habían discutido anteriormente sobre los agravios coloniales.

Después de la llegada de la flota en julio de 1776, el almirante Howe realizó varios intentos de entablar comunicación con el general del Ejército Continental, George Washington. Dos intentos de hacerle llegar cartas fueron rechazados, ya que Howe se negó a reconocer el título de Washington. Sin embargo, Washington aceptó reunirse en persona con uno de los ayudantes de Howe, el coronel James Patterson. En la reunión del 20 de julio, Washington supo que los poderes diplomáticos de los Howe se limitaban esencialmente a la concesión de indultos; a lo cual respondió que los estadounidenses no habían cometido faltas y, por tanto, no necesitaban perdón.[4]

Lord Howe envió entonces una carta a Benjamin Franklin en la que detallaba una propuesta de tregua y ofrecimientos de indultos.[5]​ Después de que Franklin leyó la carta en el Congreso el 30 de julio, respondió al almirante: "Dirigir indultos a las colonias, que son precisamente las partes agraviadas, [...] no puede tener otro efecto que aumentar nuestro resentimiento. Es imposible que pensemos en someternos a un gobierno que, con la más desenfrenada barbarie y crueldad, ha incendiado nuestras indefensas ciudades, [...] incitado a los salvajes a masacrar a nuestros pacíficos agricultores, y a nuestros esclavos a asesinar a sus amos, y que incluso ahora está trayendo mercenarios extranjeros para inundar con sangre nuestros asentamientos".[6]​ Asimismo señaló que "una vez me dio esperanzas de que pudiera tener lugar una reconciliación".[6]​ Al parecer, Howe se mostró algo desconcertado por la enérgica respuesta de Franklin.[6]

"Algunos piensan que ocasionará una demora en las operaciones militares; lo cual necesitamos mucho. Yo no soy de esa opinión. Algunos creen que dejará claramente sobre su señoría y su amo el oprobio de continuar esta guerra. Ojalá así sea. Otros opinan que acallará a los tories y afianzará a los whigs tímidos. También lo deseo, pero no lo espero. Ninguno de estos argumentos, ni veinte otros igualmente poderosos, me habrían convencido de la necesidad, la propiedad o la utilidad, si el Congreso no lo hubiera resuelto. Estuve en contra de ello de principio a fin. Todas las partes convinieron en enviarme. Oirás más acerca de esta embajada. Será lo bastante famosa"
—John Adams a James Warren, 8 de septiembre de 1776[7]

Durante la batalla de Long Island, el 27 de agosto de 1776, las fuerzas británicas ocuparon con éxito el oeste de Long Island, la actual Brooklyn, lo que obligó a Washington a retirar su ejército hacia Manhattan.[8]​ El general Howe hizo entonces una pausa para consolidar sus avances, y los hermanos decidieron realizar un acercamiento diplomático. Durante la batalla habían capturado a varios oficiales de alto rango del Ejército Continental, entre ellos el mayor general John Sullivan. Los Howe lograron convencer a Sullivan de que una conferencia con miembros del Congreso Continental podría dar resultados y lo liberaron bajo palabra para que entregara un mensaje al Congreso en Filadelfia,[9]​ en el que se proponía una reunión informal para discutir el fin del conflicto armado entre Gran Bretaña y sus colonias rebeldes. Tras el discurso de Sullivan ante el Congreso, John Adams comentó cínicamente sobre este intento diplomático calificando a Sullivan de decoy-duck (de "pato señuelo") y acusando a los británicos de enviarlo "para seducirnos a renunciar a nuestra independencia". Otros señalaron que parecía un intento de responsabilizar al Congreso de prolongar la guerra.[10][11]

El Congreso, sin embargo, acordó enviar a tres de sus miembros—Adams, Benjamin Franklin y Edward Rutledge—a una conferencia con Lord Howe.[7]​ Se les instruyó "formular algunas preguntas y tomar [sus] respuestas", pero no tenían mayor autoridad.[12]​ Cuando Howe se enteró de la autoridad limitada del comité, consideró brevemente cancelar la reunión, aunque decidió proceder tras discutirlo con su hermano.[13]​ Ninguno de los comisionados creía que la conferencia resultaría en algo.[7]

Lord Howe buscó inicialmente reunirse con los hombres como ciudadanos privados, ya que la política británica no reconocía al Congreso como una autoridad legítima.[14]​ Para que la conferencia tuviera lugar, aceptó la exigencia estadounidense de ser reconocidos como representantes oficiales del Congreso.[15][16]

Reunión

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John Adams no creía que la conferencia tuviera éxito.

La casa de Christopher Billop, en Staten Island, fue seleccionada como lugar de reunión. Había sido ocupada por tropas británicas para su uso como cuartel y se encontraba en condiciones deplorables, pero una de las habitaciones fue limpiada y preparada para la ocasión.[16]​ Los arreglos incluyeron dejar a un oficial británico en el lado estadounidense como rehén durante el encuentro. La delegación del Congreso, en lugar de dejarlo atrás de las líneas americanas, lo invitó a acompañarlos. A su llegada, la delegación fue escoltada más allá de una fila de soldados hessianos y conducida a la casa, donde, según Adams, se sirvió un refrigerio compuesto de clarete, jamón, carnero y lengua.[17]

La reunión duró tres horas, pero las dos partes no lograron encontrar ningún punto en común.[18]​ Los estadounidenses insistieron en que cualquier negociación requería el reconocimiento británico de su independencia recién declarada. Lord Howe declaró que no tenía la autoridad para satisfacer esa exigencia.[19]​ Cuando Edward Rutledge le preguntó si tenía la facultad de derogar la Ley Prohibitoria, que había autorizado un bloqueo naval de las colonias, como había afirmado Sullivan,[12]​ Howe eludió la cuestión y aseguró que Sullivan estaba equivocado. La autoridad de Howe incluía la capacidad de suspender su ejecución si las colonias aceptaban realizar contribuciones fijas, en lugar de los impuestos que el Parlamento les había impuesto. Nada de eso podía hacerse a menos que las colonias acordaran primero poner fin a las hostilidades.[20]

Durante la mayor parte de la reunión, ambas partes se mostraron cordiales. Sin embargo, cuando lord Howe expresó que sentiría la pérdida de América "como la pérdida de un hermano", Franklin le informó que "haremos nuestros mayores esfuerzos para evitarle a su señoría esa mortificación".[18]

Lord Howe manifestó con desagrado que no podía considerar a los delegados americanos sino como súbditos británicos. Adams replicó: "Su señoría puede considerarme bajo la luz que desee, [...] excepto la de súbdito británico".[19]​ Lord Howe entonces pasó por alto a Adams y se dirigió a Franklin y Rutledge: "El señor Adams parece ser un carácter resuelto".[19]

Resultados

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La Conference House

Los congresistas regresaron a Filadelfia e informaron que Lord Howe "no tiene proposiciones que hacernos" y que "América no debe esperar nada más que una sumisión total e incondicional".[21]​ Muchos años después, John Adams supo que su nombre figuraba en una lista de personas específicamente excluidas de cualquier oferta de perdón que los Howe pudieran presentar.[22]​ El Congreso publicó el informe del comité sin comentarios. Como Lord Howe no publicó a su vez una relación de la reunión, el resultado fue percibido por muchos como un signo de debilidad británica, aunque numerosos lealistas y algunos observadores británicos sospecharon que el informe del Congreso había tergiversado el encuentro.[23]

Un comentarista británico escribió sobre la reunión: "Se encontraron, hablaron, se separaron. Y ahora no queda nada más que luchar."[20]​ Lord Howe informó a su hermano del fracaso de la conferencia, y ambos realizaron preparativos para continuar la campaña por la ciudad de Nueva York.[24]​ Cuatro días después de la conferencia, las tropas británicas desembarcaron en Manhattan y ocuparon la ciudad de Nueva York.[25]

El debate parlamentario sobre los términos de la misión diplomática y sus acciones llevó a que algunos miembros whigs de la oposición, en esencia, boicotearan las sesiones parlamentarias.[3]​ El siguiente gran esfuerzo de paz tuvo lugar en 1778, cuando los británicos enviaron a comisionados encabezados por el conde de Carlisle a la Filadelfia ocupada. Estos recibieron autorización para negociar con el Congreso en calidad de cuerpo colegiado y ofrecieron un autogobierno que equivalía, en términos generales, a un estatus estatus de dominio. El intento se vio socavado por la retirada planificada de las tropas británicas de Filadelfia y por las exigencias estadounidenses que los comisionados no estaban autorizados a conceder.[26]

La casa en la que tuvo lugar la conferencia se conserva actualmente como museo dentro del Conference House Park, un parque urbano.[27]​ Es un Monumento Histórico Nacional y figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos.[28][29]

Referencias

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  1. a b Fischer, 2004, p. 73
  2. Fischer, 2004, p. 74
  3. a b Reich, Jerome R. (1998). British friends of the American Revolution (en inglés). pp. 65-68. ISBN 9780765631435. 
  4. Gallagher, 1999, pp. 65–66
  5. Isaacson, 2004, p. 316
  6. a b c Isaacson, 2004, p. 317
  7. a b c Trevelyan, 1903, p. 261
  8. Fischer, 2004, p. 98
  9. Fischer, 2004, p. 99
  10. Gruber, 1972, p. 117
  11. Trevelyan, 1903, p. 258
  12. a b Gruber, 1972, p. 118
  13. Anderson, 1936, p. 158
  14. Trevelyan, 1903, p. 259
  15. Fiske, 1891, p. 213
  16. a b Morris, 1898, p. 144
  17. Isaacson, 2004, p. 319
  18. a b Isaacson, 2004, pp. 319–320
  19. a b c Morris, 1898, p. 145
  20. a b Gruber, 1972, p. 119
  21. Edgar, 1995, p. 171
  22. Edgar, 1995, p. 170
  23. Gruber, 1972, p. 120
  24. Edgar, 1995, p. 174
  25. Fiske, 1891, p. 214
  26. Morton, 2003, pp. 94–95
  27. «About Conference House Park». New York City Department of Parks and Recreation. Archivado desde el original el 2 de junio de 2009. Consultado el 12 de septiembre de 2025. «Información histórica del parque». 
  28. «National Historic Landmark Listing for Conference House». National Park Service. Archivado desde el original el 10 de octubre de 2012. Consultado el 29 de junio de 2010. 
  29. «Sistema de Información de Registro Nacional». Registro Nacional de Lugares Históricos. Servicio Nacional de Parques. 9 de julio de 2010. 

Bibliografía

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  • Anderson, Troyer (1936). The Command of the Howe Brothers During the American Revolution. New York and London: Oxford University Press. ISBN 978-0-403-00816-2. 
  • Edgar, Gregory T (1995). Campaign of 1776: the road to Trenton. Heritage Books. ISBN 978-0-7884-0185-5. 
  • Fischer, David Hackett (2004). Washington's Crossing. New York: Oxford University Press US. ISBN 978-0-19-518159-3. 
  • Fiske, John (1891). The American Revolution, Volume 1. Boston, New York: Houghton Mifflin. p. 213. «staten island john adams howe.» 
  • Gallagher, John (1999). Battle of Brooklyn 1776. Cambridge, MA: Da Capo Press. ISBN 978-1-885119-69-8. 
  • Gruber, Ira (1972). The Howe Brothers and the American Revolution. New York: Atheneum Press. 
  • Isaacson, Walter (2004). Benjamin Franklin: An American Life. New York: Simon and Schuster. ISBN 978-0-7432-5807-4. 
  • Morris, Ira K (1898). Morris's Memorial History of Staten Island, New York, Volume 1. Memorial Publishing Co. ISBN 9781548582029. 
  • Morton, Joseph C (2003). The American Revolution. Westport, CT: Greenwood Publishing Group. ISBN 978-0-313-31792-7. 
  • Trevelyan, Sir George Otto (1903). The American Revolution: 1766-1776. London & New York: Longmans, Green. p. 263. «Trevelyan The American Revolution howe adams -princeton.» 

Lecturas adicionales

  • McGuire, Thomas J. (2011). Stop the Revolution: America in the Summer of Independence and the Conference for Peace. Mechanicsburg, PA: Stackpole Books. ISBN 978-0811705875. 

Enlaces externos

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  •   Datos: Q5933851