Los condrusos (en latín, Condrusi) fueron un pequeño pueblo germánico (según Venceslas Kruta), mientras que para otros es de carácter celta. César lo menciona dentro de la Galia Bélgica y lo llama germano, junto con los eburones, los cerosos y los pemanos (Comentarios a la guerra de las Galias, libro II. 4). En tres ocasiones los menciona Julio César en sus Comentarios a la guerra de las Galias:
Los eburones vivían entre el Mosa y el Rin y sus vecinos al norte eran los menapios. Los segnos y condrusos se hallaban entre los eburones y los tréveros. Su territorio se situaba al sur del Mosa, en el bosque de las Ardenas.
En la época galorromana, el reagrupamiento de los atuátucos, los condrusos y los eburones dio lugar al nacimiento de la ciudad de Tongres. El etnónimo aparece en el término celta condate, que significa confluente, nombre de la capital de los redones (hoy Rennes).
Los condrusos dieron su nombre a la comarca del Condroz (Región Valona), con capital en Ciney, en el antiguo principado de Lieja.