El combate de Uchuraccay fue un enfrentamiento militar librado en 1828 durante la guerra de Iquicha, entre las fuerzas rebeldes partidarias del Imperio español y los defensores de la República del Perú, acabando con la victoria de los primeros.
Combate de Uchuraccay | ||||
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Parte de guerra de Iquicha (1825-1828) | ||||
Fecha | 25 de marzo de 1828 | |||
Lugar | Uchuraccay, Perú | |||
Resultado | Victoria republicana | |||
Combatientes | ||||
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Comandantes | ||||
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Después de su victoriosa defensa de Ayacucho, los soldados del gobierno recuperaron Huanta el 12 de diciembre de 1827.[3] Sus jefes decidieron someter a las aldeas de las punas (mesetas) cercanas a la villa, donde aún estaban los indígenas rebeldes del general Antonio Huachaca.[4] Realizaron una feroz campaña de exterminio a cargo del general Francisco de Paula Otero.[5]
El 30 de diciembre, el comandante Gabriel Quintanilla, jefe de los milicianos de Pacaicasa y Tambo, fue enviado a las punas, combatiendo sin descanso en las aldeas.[2] Él había sido un jefe rebelde pero había desertado.[6]
Finalmente, el 25 de marzo de 1828,[7] donde combatieron el grueso de ambas fuerzas, sin embargo, la ventaja la tenían los republicanos, equipados con armas de fuego, mientras que los iquichanos principalmente lanzas y hondas.[2] Quintanilla ordenó asaltar el cuartel central de los rebeldes,[3] dándose un combate de dos horas, decidiéndose del lado gubernamental después de la muerte de los jefes iquichanos, el sargento mayor Pedro Cárdenas y el comandante Prudencio Huachaca, hermano del general. Esto desorientó a los rebeldes, que se retiraron.[2]
Los rebeldes sufrieron entre 21[1] y más de 60[2] muertos. Además, otros 24 fueron tomados prisioneros,[1] incluyendo al caudillo de Huanta, Esteban Meneses, el comandante de Luricocha, Pedro Castro, y el oficial español Sebastián del Valle; este último murió de sus heridas pocos días después.[2] Sin embargo, Huachaca escapó con los demás jefes guerrilleros y oficiales españoles. Las fuerzas republicanas se desquitaron capturando a su mujer e hijos, enviando a los de los varones, apodados cadetes, a Ayacucho.[2]
El 3 de mayo,[8][7] el coronel Francisco de Vidal, fue informado que el general y sus principales lugartenientes estaban en el pueblo de Ccano, a pocos kilómetros de Iquicha. Ordenó al sargento mayor Juan Sarrio atacarlo con dos compañías del batallón N.º 8 y columnas de milicias cívicas de Ayacucho, Quinua y Secce.[2] Los republicanos consiguieron una nueva y definitiva victoria.[7]