Los Tixileiros o Cunqueiros eran los habitantes de los pueblos de El Bao y Sisterna pertenecientes al concejo de Ibias y El Corralín y Tablado pertenecientes al concejo de Degaña.
Los varones de estos pueblos se dedicaban a la fabricación y venta trashumante de diferentes objetos en madera que en su lengua denominaban "tixelas" y los pueblos cercanos llamaban "concos"
En sus desplazamientos utilizaban una jerga gremial propia denominada Tixileiro.
En 1990 murió el último cunqueiro llamado Valdovinos Gavela Sal.[1]
La tradición cunqueira, no obstante, fue recuperada por Victorino García González y su familia. Victorino García González reivindicó con pasión este oficio hasta el momento de su fallecimiento.