Coitocentrismo

Summary

El coitocentrismo es la idea o creencia de que, en una relación sexual, la penetración vaginal (o coito) es la práctica por antonomasia. En el, se tiende a jerarquizar la sexualidad en dos: por un lado las prácticas que son vistas como «significativas, adultas y completas»; por el otro, aquellas que son vistas como «vanas, infantiles e inmaduras».[1]

El término es ubicado como una de las características de la sexualidad hegemónica y normativa, la cual además deberá ser procreativa, genital, monógama, en el matrimonio, naturalizada, por amor, en casa, de a dos, y, por supuesto, heterosexual. El resto de prácticas serán rechazadas y tachadas de «anormales», innaturales, o enfermas.[2]​ Aunque se acepta que el coitocentrismo también está presente como norma en relaciones homosexuales.[3]

La aparición del concepto de coitocentrismo y su crítica viene de la mano de la reforma sexual ocurrida en el siglo XX y a los últimos avances tecnológicos en materia de anticoncepción y aborto, gracias a los que está extendiendo la nómina de prácticas sexuales socialmente aceptadas.[4][5]

Diferencia entre «relación sexual» y «coito»

editar

Históricamente, se ha dado la costumbre de sinonimizar los términos «relación sexual» y «coito». Se debe entender que el coito vendría siendo una de las tantas prácticas sexuales que se puede dar en una relación, además de las caricias, besos, masturbación mutua y el sexo oral, donde se inserta el pene dentro de la vagina o ano. Esta confusión entre los términos ha hecho negar el nombre y el estatus de «relaciones sexuales» a las aquellas prácticas en las que no se ha producido penetración o a no considerarlas una vía de obtención de placer u orgasmo.[6]

Además, la práctica ha estado ligada con el concepto de «falocentrismo»; es decir, la reducción del cuerpo masculino al pene al minimizar otras zona sensitiva y de placer y la emotividad, atributos necesarios para relaciones armónicas al interior de la pareja.[7]

Conceptualización

editar

Los investigadores suelen utilizar el término «relaciones sexuales» para referirse a las relaciones sexuales pene-vaginales, mientras que utilizan palabras específicas para otros comportamientos sexuales. Los académicos Richard M. Lerner y Laurence Steinberg afirman que los investigadores también «raramente revelan» cómo conceptualizan el sexo «o incluso si resolvieron posibles discrepancias» en las conceptualizaciones del sexo, y atribuyen el enfoque de los investigadores en el sexo pene-vaginal a «la preocupación de la cultura en general con esta forma de actividad sexual». Este enfoque también puede relegar otras formas de actividad sexual mutua a los (maldenominados) «juegos previos» o contribuir a que no se consideren «sexo real», y limita el significado de violación.[8]​ También puede ser que la combinación conceptual de la actividad sexual con el coito vaginal y la función sexual dificulte y limite la información sobre el comportamiento sexual que pueden tener las personas no heterosexuales, o la información sobre los heterosexuales que pueden tener actividad sexual no vaginal.[9]

En religión

editar

En Occidente, la tradición judeocristiana ha estado vinculada en el sostenimiento del coitocentrismo. Según esta tradición, el acto sexual es válido solo en el matrimonio, y se vuelve un medio para expresar sentimientos íntimos, adquirir responsabilidades y, sobre todo, reproducir a la especie. Según esta doctrina, tanto la sexualidad no heterosexual como la heterosexual extramarital son inmorales. Para los libertarios, es la falta de consentimiento, o un desequilibrio de poder - como el coito obligado - lo que es inmoral; pero para muchos conservadores la coerción marital no es inmoral.[10]​ Se lo contextualiza como uno de los «lastres» patriarcales.[11]

Efectos

editar

A menudo, se ha acreditado al coitocentrismo de las parejas mixtas como uno de los principales contribuyentes a la brecha del orgasmo;​ múltiples estudios sobre comportamiento y actitudes sexuales han concluido que muchas de estas parejas priorizan la penetración (PIV) y la satisfacción del varón (ya que la mujer no posee tanta sensibilidad en la vagina), dando a entender que se trata de algo social y cultural.[12][13]

Veáse también

editar

Referencias

editar
  1. «Qué es el coitocentrismo: existe el sexo más allá de la penetración». La Vanguardia. 26 de agosto de 2021. Consultado el 7 de febrero de 2025. 
  2. PICHARDO GALÁN, José Ignacio [Opciones sexuales y nuevos modelos de familia pag 40 en TELLES INFANTES, Anastasia y MARTINEZ GUIRAO, Javier Eloy (Coord) Sexualidad, Género, Cambio de Roles y Nuevos Modelos de Familia 2008 Edita: (S.I.E.G.) Seminario Interdisciplinar de Estudios de Género del Vicerrectorado de Estudiantes y Extensión Universitaria de la Universidad Miguel Hernández ISBN 978-84-96297-88-3
  3. CAMPAGNOLI, Mabel Alicia Las exclusiones del sex-design (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). En Al sur de todo Nº5 (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). 21-12-11
  4. PICHARDO. Op. Cit. Pág 42
  5. SANCHIS, Rosa. Tejiendo hilos de placer. En Aula de Innovación Educativa núm. 191 pp. 33-37 mayo 2010
  6. SÁNCHEZ PEREZ, Gemma Coitocentrismo Archivado el 27 de junio de 2013 en Wayback Machine. en Suite101.net 18-ene-2011
  7. GALDEANO ARAMENDÍA, Jesus. (Pres) La vida en pareja. Evolución y problemática actual. Editorial San Esteban, 01/01/1995 pag 244 Vista previa en Google Books
  8. Handbook of Adolescent Psychology. John Wiley & Sons. 2004. pp. 193-196. ISBN 978-0-471-69044-3. «When researchers use the term sex, they nearly always mean sexual intercourse – more specifically, penile–vaginal intercourse... The widespread, unquestioned equation of penile–vaginal intercourse with sex reflects a failure to examine systematically 'whether the respondent's understanding of the question matches what the researcher had in mind.'». 
  9. «Measuring Sexual Quality of Life: Ten Recommendations for Health Psychologists». Handbook of Health Psychology (2nd edición). Psychology Press. 2012. pp. 259-260. ISBN 978-0-8058-6461-8. Consultado el April 30, 2013. 
  10. LAMAS, Marta. Nuevos valores sexuales Archivado el 11 de marzo de 2016 en Wayback Machine. En Letra S, 7 de agosto, 1997.
  11. CIRIZA, Alejandra Simone de Beauvoir. De la fenomenología del cuerpo a la utopía de la libertad. Revista Nomadías noviembre 2012, número 16, 11-21
  12. «​Coitocentrismo: causas y síntomas de la obsesión por el coito». Psicologia y Mente. 2 de agosto de 2017. Consultado el 7 de febrero de 2025. 
  13. McPhillips, Kathryn; Braun, Virginia; Gavey, Nicola (1 de marzo de 2001). «Defining (Hetero)Sex: How imperative is the "coital imperative"?». Women's Studies International Forum 24 (2): 229-240. ISSN 0277-5395. doi:10.1016/S0277-5395(01)00160-1. 

Enlaces externos

editar
  • Coitocentrismo: porque el sexo es más que penetración
  •   Datos: Q132160331