Citizenship in a Republic es el título de un discurso pronunciado por Theodore Roosevelt, expresidente de los Estados Unidos, en la Sorbona de París, Francia, el 23 de abril de 1910.[1]
Un pasaje notable del discurso se conoce como «El hombre en la arena» (The Man in the Arena en inglés):[2]
«No es el crítico quien cuenta; ni aquél que señala cómo el hombre fuerte se tambalea, o dónde el autor de los hechos podría haberlo hecho mejor.El reconocimiento pertenece al hombre que está en la arena, con el rostro desfigurado por el polvo y el sudor y la sangre; quien se esfuerza valientemente; quien erra, quien da un traspié tras otro, pues no hay esfuerzo sin error ni fallo; pero quien realmente se empeña en lograr su cometido; quien conoce grandes entusiasmos, las grandes devociones;
quien se consagra a una causa digna; quien en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al logro grandioso, y quien en el peor de los casos, si fracasa, al menos fracasa atreviéndose en grande, de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota.»
A menudo se denomina «hombre en la arena» a alguien que participa activamente en una situación que requiere valor, habilidad o tenacidad, en contraposición a alguien que se sienta al margen y observa.
El pasaje de «El hombre en la arena» fue citado por otro presidente estadounidense, Richard Nixon, tanto en su discurso de victoria del 6 de noviembre de 1968 como en su discurso de dimisión a la nación el 8 de agosto de 1974:
A veces he tenido éxito y a veces he fracasado, pero siempre me ha animado lo que Theodore Roosevelt dijo una vez sobre el hombre en la arena, «cuyo rostro está manchado por el polvo, el sudor y la sangre [...].»
Nelson Mandela entregó una copia de este discurso a François Pienaar, capitán de la selección sudafricana de rugby, antes del comienzo de la Copa del Mundo de Rugby de 1995, en la que el equipo sudafricano acabó derrotando a los All Blacks de Nueva Zelanda, grandes favoritos. En la película basada en estos acontecimientos, se utiliza en su lugar el poema «Invictus».[3]
La académica estadounidense Brené Brown cita el fragmento en el especial de Netflix The Call to Courage; también utilizó una versión algo abreviada de la cita en su charla TED de marzo de 2012 «Listening to Shame» («Escuchando a la vergüenza»), y posteriormente como inspiración para el título de su libro Daring Greatly (2012).[4][5]