Cidad de Ebro es una localidad burgalesa, situada en la comarca española de Las Merindades, al norte de la provincia, a orillas del Ebro. No confundir con Cidad de Valdeporres del vecino Valle de Valdeporres. La población forma parte del municipio del Valle de Manzanedo. Se encuentra a 42°53′27″N 3°42′48″O / 42.89083, -3.71333,[1] en el valle de Manzanedo.[2]
Cidad de Ebro | ||
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entidad singular de población | ||
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Ubicación de Cidad de Ebro en España | ||
Ubicación de Cidad de Ebro en la provincia de Burgos | ||
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País |
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• Com. autónoma |
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• Provincia |
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• Comarca | Las Merindades | |
• Partido judicial | Villarcayo | |
• Municipio | Valle de Manzanedo | |
Ubicación | 42°53′27″N 3°42′48″O / 42.890833333333, -3.7133333333333 | |
• Altitud | 42º 53' 25" N m | |
Población | 5 hab. (INE 2020) | |
Código postal | 09558 | |
Pref. telefónico | 975 | |
Cidad de Ebro cuenta en invierno con una población aproximada de 26 habitantes, aunque empadronados únicamente lo está una familia. En verano la población se acerca a los 200.
En la plaza del pueblo se encuentra un crucero barroco (antiguo rollo de jurisdicción), del siglo XVII, y una pequeña iglesia que conserva un ábside románico.[3] La población cuenta con dos templos.[2]
La localidad formó parte en el catastro de Ensenada el 10 de marzo de 1752.[4] Pertenecía por entonces al marqueś de Cilleruelo, al que los habitantes entregaban treinta y tres fanegas de trigo y cebada.[5]
En el Diccionario de Madoz, en 1852, se indicaba que Cidad pertenecía al partido judicial de Villarcayo, se encontraba enclavada entre montes poblados de encinas junto al río Ebro y contaba con veinte casas de piedra (38 habitantes), una escuela primaria sufragada por los propios vecinos, una iglesia dedicada a San Román y una ermita a Santa María.[6] Por entonces se cruzaba el río mediante unos pontones de madera de diez arcos.[6] El pueblo producía cereales varios así como ganado cabrío, ovino y mulas y contaba con caza de perdices y codornices y abundante pesca del río (truchas, barbos y anguilas).[6]
Como localidad ribereña del Ebro, Cidad se dedicaba tradicionalmente a la pesca y a la molienda y, de manera secundaria, a la cría de ganado ovino y al cultivo de frutales.[3] Cuenta aún con dos molinos, en ruinas.[3]
Atraviesan Cidad dos rutas de gran recorrido, el GR-85 en su etapa penúltima Tudanca-Soncillo,[7] y el GR-99. Ambos alcanzan el pueblo a través del camino de Somapeña, que recorre un cañón que une Cidad con la cercana Tudanca,[7] el desfiladero de Los Tornos, una cluse que atraviesa el anticlinal de Tudanca.[8] El cañón, de escarpadas laderas, da cobijo a importantes y numerosas aves rapaces como el buitre leonado, el águila real, la perdicera, el alimoche, el halcón peregrino o el búho real.[8]