La ciclabilidad es el grado de facilidad de la circulación de bicicletas.[4] Un mayor grado de ciclabilidad en las ciudades está relacionado, entre otros, con beneficios para la salud de las personas, menores niveles de contaminación atmosférica y acústica, mejora de la fluidez del tráfico o una mayor productividad.[5][6][7]
Entre los factores que afectan a la ciclabilidad se encuentran:[8][9][10][11][12][13][14]
La seguridad de las vías ciclistas es un requisito para una alta ciclabilidad:
Una red ciclista coherente implica:
Las bicicletas están impulsadas por el ejercicio físico de las personas, por tanto, una red ciclista altamente ciclable debe permitir desplazamientos directos sin grandes esfuerzos:
Uno de los mejores indicadores del grado de ciclabilidad es la proporción equilibrada de géneros y edades que hacen uso cotidiano de la bicicleta. Las mujeres, los niños y las personas mayores son quienes tienen una mayor percepción de inseguridad, por lo que si una ciudad tiene una ciclabilidad baja no considerarán la bicicleta como un medio de transporte habitual. De la manera contraria, una composición de usuarios de la bicicleta similar a la estructura demográfica indicará un espacio altamente ciclable.[6][15]