El chusco es un formato de pan típico en España. Generalmente es un pan de flama entre la hogaza redonda y la barra, pues posee una forma oblonga, y un tamaño mediano o relativamente grande. Dependiendo del obrador, el chusco puede tener sus curruscos (extremos) acabados en punta o redondeados. La greña del chusco es un único corte a lo largo del pan.
También es llamado «pan de guerra» o «pan de munición» porque era el pan que se les daba a los soldados antiguamente.[1] De hecho, en el argot militar de España, se le dice despectivamente «chusquero» al oficial que procede de la clase de tropa (un 'reenganchado') y que no ha pasado por las academias militares.[2] En España, el chusco es recordado por los hombres que vivieron el servicio militar obligatorio («la mili»),[3][4] obligación que se acabó en marzo de 2001. Durante la Guerra Civil y el franquismo, el chusco se repartía como parte del racionamiento estatal. Casi siempre se hacía a base de trigo, pero en las épocas de escasez se mezclaba con harina de centeno, de maíz, de cebada o incluso con harinas más raras y poco panificables como las de legumbres.[5]
En Aragón, el pan chusco se considera un pan tradicional de toda la región y en particular de Tarazona, Híjar y Valderrobres.[4] El Gobierno aragonés lo protegió con el sello C'Alial, una marca de garantía en cuya normativa se especifica la elaboración del chusco.[nota 1] Es uno de los cuatro panes etiquetados como C'Alial, junto con el pan de cinta, el de cañada y el de pintera.[6] En catalán se le conoce como xusco y también es un pan típico de Cataluña.