Christopher Richard Wynne Nevinson (Hampstead (Londres), 13 de agosto de 1889-ibídem, 7 de octubre de 1946) fue un pintor y litógrafo británico, representante destacado del vorticismo.
Christopher Nevinson | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Nombre en inglés | Christopher R. W. Nevinson | |
Nacimiento |
13 de agosto de 1889 Londres (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda) | |
Fallecimiento |
7 de octubre de 1946 Hampstead (Reino Unido) | (57 años)|
Causa de muerte | Accidente cerebrovascular | |
Nacionalidad | Británica | |
Familia | ||
Padres |
Henry Nevinson Margaret Nevinson | |
Educación | ||
Educado en |
| |
Información profesional | ||
Ocupación | Conductor de ambulancia, pintor, dibujante, artista gráfico y artista | |
Área | Pintura | |
Movimiento | Futurismo | |
Género | Pintura de batalla y pintura del paisaje | |
Rama militar | Ejército Británico | |
Conflictos | Primera Guerra Mundial | |
Miembro de | Real Academia de Arte | |
Nació en 1889, hijo del periodista Henry Nevinson y la escritora sufragista Margaret Nevinson. Estudió en las academias St John's Wood School of Art, Slade School of Fine Art y Académie Julian. Entre 1912 y 1913 residió en París, donde compartió taller con Amedeo Modigliani. Fue entonces cuando entró en contacto con el futurismo italiano, que le marcó profundamente.[1] Otra de las influencias que marcaron su estilo fue el cubismo, especialmente de la obra de Roger de la Fresnaye.[2] Poco después se sumó al vorticismo, un movimiento fundado en 1914 por Wyndham Lewis con la intención de revigorizar el arte británico y rivalizar con el futurismo, el cubismo y el expresionismo. Su fuente de inspiración era la vida moderna de la era industrial, con un estilo anguloso y mecanicista con un cromatismo cercano al orfismo delaunayiano.[3]
Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en el Cuerpo Sanitario, donde quedó horrorizado por los efectos de la guerra de trincheras.[2] Su experiencia en la contienda mundial le sirvió como repertorio temático en un buen número de sus obras,[1] en las que mostró sin ambages los horrores de la guerra,[4] en composiciones de marcada estética mecanicista (Al volver de las trincheras, 1914, Galería Nacional de Canadá, Ottawa).[2] En estas obras mostró una sensibilidad para los efectos luminosos que recuerda la de Gino Severini, como se aprecia en su Concha estrellada (1916, Tate Gallery, Londres).[5] En 1915 participó en la primera y única exposición vorticista en la Galería Doré de Londres.[6]
Tras la Gran Guerra renunció al futurismo y su obra se volvió más convencional.[1]
Fue miembro asociado de la Royal Academy of Arts.