Los quironómidos (Chironomidae) son una familia de dípteros nematóceros de distribución mundial.[1] Están relacionados con las familias Ceratopogonidae, Simuliidae y Thaumaleidae. Muchas especies se parecen a los mosquitos de la familia Culicidae pero las alas no tienen escamas y las piezas bucales no son alargadas como las de los mosquitos. Es una familia muy grande con más de 7.000 especies descritas en 540 géneros.[2] Los machos se distinguen fácilmente por sus antenas plumosas. A los adultos a veces se los llama moscas de los lagos o moscas de la arena.[3]
Chironomidae | ||
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![]() Chironomus plumosus macho | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Arthropoda | |
Subfilo: | Hexapoda | |
Clase: | Insecta | |
Subclase: | Pterygota | |
Infraclase: | Neoptera | |
Superorden: | Endopterygota | |
Orden: | Diptera | |
Suborden: | Nematocera | |
Infraorden: | Culicomorpha | |
Superfamilia: | Chironomoidea | |
Familia: | Chironomidae | |
Géneros | ||
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Las larvas se encuentran en muchos ambientes acuáticos o semi acuáticos incluyendo huecos en troncos de árboles, bromelias, material vegetal en descomposición, suelo, aguas cloacales y recipientes artificiales. Estas son un alimento importante de peces y otros animales acuáticos. Sus fósiles están distruibidos en muchos ambientes acuáticos y sirven como indicadores de ambientes pasados, incluyendo cambios climáticos.[4] Las larvas de algunas especies son de color rojo brillante debido a la presencia de hemoglobina, que es muy poco común entre los insectos.[5]
Los adultos tienen una vida muy corta y no se alimentan o a lo sumo beben rocío de miel o agua azucarada. Estos pueden ser plagas cuando emergen en grandes cantidades, pudiendo causar reacciones alérgicas en personas sensibles a estas.[6]
Algunos peces como las truchas se alimentan de las larvas y de las pupas momentos antes de su emergencia como adultos. Los adultos alados también son comidos por peces y por aves insectívoras como las golondrinas. Las larvas son comidas por algunos anfibios como las salamandras del género Taricha.[7]
También son importantes como especies indicadoras. La presencia, ausencia y abundancia de ciertas larvas en diversos entornos fluviales pueden indicar diferentes grados de contaminación de aguas continentales.[8] De igual modo, el comportamiento preferentemente detritívoro de los estadios inmaduros permite su uso como indicadores de interés médico-legal. A pesar de que su importancia en entomología forense había sido postulada de forma clásica,[9] no ha sido hasta varios años después que se han podido concretar las condiciones de su aplicación a la hora de resolver el problema de la datación de la muerte en cadáveres sumergidos.[10]
Los pescadores usan las larvas como carnada o como modelo para diseñar carnadas artificiales o moscas artificiales.
La familia se divide en once subfamilias: Aphroteniinae, Buchonomyiinae, Chilenomyinae, Chironominae, Diamesinae, Orthocladiinae, Podonominae, Prodiamesinae, Tanypodinae, Telmatogetoninae, Usambaromyiinae.[11][12]