El chile guajillo (del náhuatl, huaxin «huaje») es una variedad de chile seco muy popular en la gastronomía mexicana. Se obtiene a partir de la desecación del chile mirasol (Capsicum annuum). Se usa principalmente molido en salsas, adobos, moles y guisados.[1]
Guajillo | ||
---|---|---|
Especie | Capsicum annuum L. | |
Origen | México | |
Características | ||
Pungencia | (bajo) | |
Scoville | 2500 y 5000 SHU | |
Cultivares relacionados | ||
chile apaxtleco | ||
Se le suele confundir con el chile pasilla y el cascabel. Sin embargo, está más estrechamente relacionado con el chile costeño[2] y con el chile travieso.[3]
El chile guajillo posee un color pardo rojizo, bastante oscuro y una piel delgada, tersa y brillante. Mide alrededor de 8-10 cm de largo.[2] En cuanto a su sabor, generalmente define como dulce y un tanto afrutado.[4] La pungencia varía ampliamente entre los 2 000 SHU,[5] es decir, poco picante, hasta los 15 000 SHU,[6] es decir, picante moderadamente.
Al ser tan común posee varios nombres regionales:
En la gastronomía mexicana, se trata de uno de los condimentos más populares, quizá junto con el chile ancho son los dos chiles secos más usados en el país.[3] Se muele y se incluye en salsas, adobos, moles...etc. Se considera que aporta un buen sabor a las salsas, sin embargo se suele mezclar con otros chiles secos ya que solo no produce buenas salsas.[3] También es un ingrediente importante para el pozole, la pancita o los mixiotes. En las costas de Guerrero y Oaxaca se usa para preparar el tradicional mole rojo. En Jalisco y Colima se usa para elaborar la cuachala.