Cheon Sang-byeong (천상병) (29 de enero de 1930 - 28 de abril de 1993) es un poeta surcoreano nacido en Japón.[1]
Cheon Sang-byeong | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
29 de enero de 1930 Japón | |
Fallecimiento | 28 de abril de 1993 | |
Causa de muerte | Enfermedad | |
Nacionalidad | Corea del Sur | |
Educación | ||
Educado en | Universidad Nacional de Seúl | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta y escritor | |
Nombre coreano | ||
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Hangul | 천상병 | |
Hanja | 千祥炳 | |
Transliteraciones | ||
Romanización revisada | Cheon Sang-byeong | |
McCune-Reischauer | Ch'ŏn Sang-pyŏng | |
Cheon Sang-byeong nació en Japón el 29 de enero de 1930. Emigró a Masan, Corea del Sur en 1945, después de la liberación de Corea de Japón.[2] Desde que tenía 15 años empezó a escribir poemas en coreano. Publicó su primer poema "El agua del río" cuando aún estaba en la escuela.[3] Fue a la Universidad Nacional de Seúl por un corto periodo de tiempo,[4] pues un inesperado incidente cambió su vida para siempre. En 1967 se vio implicado en el llamado "Incidente de espionaje de Berlín del Este" y fue encarcelado durante seis meses, en los que fue brutalmente torturado.[3] Esta experiencia le dejó profundas heridas y se volvió alcohólico e impotente. Sus amigos lo encontraron inconsciente en la calle y lo llevaron a un hospital. Creyéndolo muerto, publicaron un libro póstumo de su poesía.[3] Sin embargo, se recuperó y continuó una prolífica carrera.
Cheon Sang-byeong escribió su poesía con la intención de trascender el mundo inmediato. Evitó técnicas artificiales y un lenguaje excesivo y decorativo, usó la emoción pura y una simplicidad no forzada y exploró los problemas existenciales de una forma cándida. Escribió su poesía en un lenguaje sustancial y condensado, sin expresiones innecesarias o frívolas, para evitar desviar la atención del lector de su objetivo, que es escudriñar y divinizar el origen del universo, la existencia de la vida después de la muerte y la razón del sufrimiento humano. Su poema más famoso "Regreso al cielo" (Gwicheon) habla sobre un hombre que contempla la vida desde el otro mundo: "Regreso al cielo, el día en el que acaba mi viaje por este precioso mundo. Cuando llegue allí, diré que fue precioso". Cheon Sang-byeong se mantuvo fiel a su idea de escribir una poesía que aspira a superar el vórtice de la realidad empírica superficial y llega a un plano más alto de pensamiento sin recurrir al sentimentalismo o romanticismo para embellecer su obra.[2]