Cereus hildmannianus, conocida comúnmente como reina de la noche sudamericana,[1] es una especie de planta suculenta perteneciente al género Cereus, dentro de la familia Cactaceae. Se distribuye desde Bolivia y Brasil hasta el norte de Argentina. Además se ha introducido en otras regiones como España, Francia, Italia o India (entre otras), donde se la considera una especie invasora.
Reina de la noche sudamericana | ||
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![]() | ||
Estado de conservación | ||
![]() Preocupación menor (UICN) | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Plantae | |
Subreino: | Tracheobionta | |
División: | Magnoliophyta | |
Clase: | Magnoliopsida | |
Subclase: | Caryophyllidae | |
Orden: | Caryophyllales | |
Familia: | Cactaceae | |
Subfamilia: | Cactoideae | |
Tribu: | Cereeae | |
Género: | Cereus | |
Especie: |
C. hildmannianus K.Schum. 1876 | |
Cereus hildmannianus es una especie de cactus que tiene un hábito de crecimiento similar al de un árbol, con un tronco bien formado y ramificado, alcanzando alturas de 5 a 16 m.
Crece como un candelabro, con numerosas ramas columnares. Sus tallos son erectos, articulados y están formados por segmentos de 10 a 20 cm de diámetro. Son cilíndricos y suelen tener la epidermis de color verde azulado cuando son jóvenes, volviéndose de un verde más opaco con la edad.[2]
Presentan de 4 a 9 costillas que van de delgadas a obtusas, con los bordes redondeados y ligeramente dentados. Miden de 2,5 a 3,5 cm de alto, de 1,4 a 5,7 cm de grosor en su base y a menudo presentan grandes manchas amarillas a lo largo de los lados. Sobre ellas se asientan areolas grandes de color marrón, separadas unas de otras unos 2 cm. Por lo general no forman espinas (excepto en la subespecie Cereus hildmannianus subsp. uruguayanus), aunque ocasionalmente puede aparecer alguna de color dorado o marrón.
Las flores son blancas y muy grandes, de 20 a 30 cm de largo y de 10 a 15 cm de diámetro. Son nocturnas y se cierran por la mañana. Los segmentos internos del perianto son blancos y el ovario es ancho y desnudo, llegando a medir de 2,5 a 3 cm de largo. Florece de octubre a febrero, durante las noches de primavera a verano, cuando la planta tiene alrededor de 4 a 5 años.[3]
Los frutos son esféricos, suculentos y de color rojo a amarillo cuando maduran. No tienen espinas, y en su interior contienen una pulpa de color blanco dulce. Miden de 7 a 10 cm de largo y de 5 a 7 cm de diámetro. Sus semillas son de color negro, ampliamente ovoides y de 1,8 a 4 mm de largo. Cada fruto contiene de 200 a 300 semillas.[4]
El área de distribución nativa de esta especie abarca el noreste de Argentina, Bolivia, centro y sur de Brasil, Paraguay y Uruguay. Además ha sido introducida en Assam, Islas Canarias, Himalaya Oriental, Francia, Hawái, India, Italia, España, Túnez y Vietnam.[5]
Crece principalmente en el bioma tropical estacionalmente seco, sobre suelos arenosos, rocosos y acantilados, desde la costa hasta los 1000 metros sobre el nivel del mar.[6]
Esta especie, en algún momento se presenta como epífita sobre árboles y arbustos. Además, todas las partes de la planta son comestibles para la fauna y en Río Grande do Sul (Brasil), los frutos son muy apreciados por la población. También es comúnmente utilizada por las aves para construir nidos.[7]
Cereus hildmannianus fue descrita por el botánico alemán Karl Moritz Schumann y publicada por primera vez en el libro Flora Brasiliensis 6 (2): 202 en el año 1876.[5]
Actualmente se distinguen dos subespecies:[9][10]
Imagen | Subespecie | Descripción | Distribución |
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Cereus hildmannianus subespecie hildmannianus | Tiene un tallo más robusto y puede alcanzar mayores alturas. Los tallos normalmente no tienen espinas. | Desde Bolivia y Brasil hasta el norte de Argentina. | |
Cereus hildmannianus subsp. uruguayanus
(F.Ritter ex R.Kiesling) N.P.Taylor |
Suele ser más pequeño en comparación, con un crecimiento más compacto. Los tallos sí tienen espinas. | Desde Uruguay hasta Argentina. |
En la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, la especie está clasificada como de “Preocupación Menor (LC)”.
La principal amenaza que sufre la especie es la pérdida de hábitat debido a la urbanización, la agricultura, la ganadería y la silvicultura.[6]
La especie se cultiva principalmente como planta ornamental y su propagación se realiza a través de esquejes (principalmente) o semillas.
Para un crecimiento óptimo es necesario regar abundantemente durante el período de crecimiento, y muy poco durante el período de descanso. Además, la especie puede tolerar algo de frío, incluso algunos grados bajo cero si el suelo está seco. Señalar que las plantas jóvenes necesitan sombra, mientras que las adultas necesitan pleno sol.[11]
Los frutos y las flores poseen un alto valor nutricional. Cada planta es capaz de producir más de cien frutos al año. Se pueden comer frescos, secos o en jugo. Una vez cosechados, los frutos maduros deben consumirse en veinticuatro horas, de lo contrario, comienzan a fermentar.[3]
Se trata de una planta medicinal importante en América del Sur, ya que se usa en el tratamiento de diversas enfermedades. De hecho, los extractos de ésta planta se utilizan en la medicina popular para bajar de peso y reducir el colesterol y los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL). También se usa como diurético y cardiotónico, tratar trastornos pulmonares y reumatismo, y en el tratamiento tópico de heridas y litiasis.
Las sustancias de estos extractos pertenecen a diferentes clases de compuestos químicos tales como ácidos grasos, polisacáridos, terpenos, alcaloides, ácidos fenólicos y flavonoides. [12]
El cactus se puede cultivar para su uso como cerca viva. Para ello se cortan los brotes laterales a la altura requerida y se plantan uno junto al otro en una zanja lo suficientemente profunda como para asegurar su firmeza. Así se obtiene un seto perfectamente infranqueable de inmediato, y que el cactus enraíza con tanta facilidad que es raro encontrar un hueco.
Además, las especies de cactus de crecimiento lento pueden injertarse en portainjertos de Cereus hildmannianus para así acelerar su crecimiento.[3]